Posiblemente el mito más generalizado en la industria de las Telecomunicaciones, sea el de la supuesta decadencia de la televisión, respaldado por el innegable crecimiento de internet, la aparición de nuevas pantallas como tabletas o smartphones y como consecuencia inevitable del impacto de la denominada sociedad de la información, que ha desencadenado imaginarios colectivos apocalípticos respecto de este medio audiovisual.
La nostálgica imagen de una familia reunida en la sala alrededor del televisor, se nos vende desde la publicidad como escasa y una remembranza del pasado. En las actuales promociones de programas y canales, es reemplazada por la imagen de cada miembro de una familia viendo su programa favorito en canales diferentes y en sus propias habitaciones o cada uno de ellos, consumiendo los contenidos en dispositivos individuales como los móviles o tabletas.
El creciente impacto de Internet y de los servicios de VOD bajo plataformas OTT, sumado al aumento de dispositivos por familia, la disminución de los costos de las móviles y a las dinámicas propias de las sociedades actuales, han hecho que la idea que se nos vende de ver televisión, sea una actividad cada vez más individual.
¿Pero, es verdad que el consumo de contenidos televisivos está en crisis o decadencia?
Lo primero que debemos entender, es que la aparición de nuevas plataformas y sus derivadas dinámicas, para nada implican que la pantalla del televisor haya perdido su capacidad de congregación colectiva. No solo hay todavía muchas familias ven juntas un seriado y coinciden en diversos tipos de contenidos, sino que existen algunos tipos de televisión que cada vez agrupan más a la gente.
La más obvia son las transmisiones deportivas. Es emocionante ver un partido de fútbol o tenis o una final de una ruta de ciclismo acompañado por amigos y comida.
Según cifras de la consultora BB-Business Bureau, en América Latina hay 132 señales deportivas en la TV por suscripción, entre las cuales reúnen una audiencia estimada en más de 80 millones de abonados.
El deporte es el cuarto género de tv más visto en la región, jalonado por e futbol y el ciclismo. En Argentina, el aumento reportado Por Kantar Ibope en el rating del cable en 2017 estuvo jalonado por noticias y deportes.
En segundo lugar están las transmisiones de espectáculos, tales como premiaciones y galas. Los premios Oscar, la transmisión de premios más vista en el mundo, tuvo en 2017 un “reach” acumulado promedio en Latinoamérica de más de 30 puntos, y eso que fue la emisión con menor audiencia desde 2008.
Otros espectáculos estadounidenses como los Grammy, o transmisiones internacionales como reinados de belleza, permiten que las personas se agrupen a ver TV, a la vez que comentan e interactúan en esa relación con los medios sociales que se ha vuelto aliada de la tv.
Los informativos, por su parte tienen su nicho grupal, especialmente en los espacios abiertos al público, como restaurantes y tiendas, que suelen pasarlos en sus televisores, para informar a los clientes en los pocos momentos que tienen libres durante el día.
Igualmente, un informe presentado en abril de 2017 por “The Global Tv Group”, que analizó el comportamiento del consumo publicitario audiovisual a nivel global, demostró no solo que la televisión sigue siendo el medio más consumido, sino que la pauta publicitaria invertida en este medio, es la que mejor relación costo beneficio arroja en el largo plazo, cuando se trata de impactar masivamente en las audiencias, desmontando el argumento más fuerte que se ha esgrimido contra la televisión: “La ineficacia de la pauta publicitaria televisiva por su incapacidad para segmentar las audiencias”.
Pero irónicamente la plataforma que más ha jalonado el posicionamiento de la televisión como integrador familiar y sigue posicionado el televisor como primera pantalla, ha sido la OTT de Netflix (que no entra en la definición de televisión, por ser un VOD), pues a medida en que sus contenidos se han fortalecido en el formato seriado, se han venido consolidando grupos de consumo, ya sea de amigos, familiares o parejas, que ahora se reúnen a ver maratones de seriados a través de esta plataforma en el Televisor.
Los seriados junto con los informativos, están en primer lugar del consumo televisivo y según un estudio contratado por el mismo Netflix a una consultora privada, en los últimos años el número de “Maratoneros” y “Supermaratoneros” (Personas que ver un seriado de forma continua), ha crecido 20 veces desde 2013 a la fecha y el mismo estudio revela que la mayor parte de este grupo social, prefiere consume esos contenidos en compañía de otra(s) persona(s).
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Una investigación académica realizada por la Universidad de Stanford, a 2 mil jóvenes entre 18 y 22 años residentes en Palo Alto, California, encontró que más del 87%, declaró utilizar las series de Netflix como pretexto para socializar con amigos o conseguir pareja, pero sin duda el indicador más interesante que arrojó esta investigación, es que, a la pregunta: ¿En qué dispositivo prefiere VER los contenidos Netflix?, el mismo 87% respondió: En el Televisor.
En Latinoamérica por su parte la pantalla televisiva tiene un rol mucho más protagónico, por un lado la televisión por cable no presenta cifras de descenso, la penetración de Netflix se ha dado como servicio complementario, es decir segunda pantalla y se consume mayoritariamente en Televisores, independientemente del dispositivo de integración: (SmartTV, Apple TV, Wii, etc); En el caso de las personas con bajo poder adquisitivo, especialmente en zona rurales, la televisión abierta es el de lejos la principal pantalla de consumo, factor que claramente se ha visto potenciado por la Televisión Digital Terrestre.
En los últimos años el sector de las Telecomunicaciones se ha concentrado en adaptarse a las nuevas formas de distribución de contenidos, específicamente las provistas a través de Internet y los medios sociales. Hablar de Televisión hoy es casi hablar de la integración a la convergencia, la multipantalla y los dispositivos móviles. Eso es un esfuerzo loable que ha dado y seguirá dando buenos resultados para la industria audiovisual, pero el sector telco no puede olvidar que las formas tradicionales de consumo televisivo, siguen siendo las preferidas por los usuarios, especialmente en América Latina.
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Todo lo anterior no debe ser entendido como un intento por aferrarse al pasado y tratar de conservar un esquema anquilosado; Debemos cambiar el “chip”, salir del pesimismo y reconocer los indicadores que el mercado nos está mostrando: La Televisión sigue siendo el medio más consumido a nivel global y los usuarios quieren seguir consumiendo contenidos de gran calidad y por lo tanto la televisión sigue siendo el más importante integrador del tejido social.
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El relato apocalíptico de los humanos que solo quieren estar encerrados en su cuartos o mirando hipnotizados sus móviles, no es del todo falso, pero ocurre solamente en algunos momentos en la cotidianidad de las personas, es una nueva ventana de consumo que se abrió y antes no existía, es una manera alternativa de consumir privadamente contenidos, pero que coexiste y seguirá coexistiendo con las experiencias colectivas de consumo audiovisual a través de los televisores y más interesante aún: De la Televisión: no importa si es abierta o cerrada, por aire, por cable, por satélite, por Internet o a través de las plataformas que el maravilloso universo tecnológico pueda ofrecernos.
Por:
GABRIEL E. LEVY B.
SERGIO ANDRÉS URQUIJO