Por: Gabriel E. Levy B.
La firma de investigación europea GlobalWebIndex presentó su informe anual basado en datos de 45 de los mercados de Internet más grandes del mundo[1], evidenciando un significativo crecimiento en el tiempo que cada persona dedica a los sitios o aplicaciones de redes sociales en el mundo. El estudio reveló a América Latina como la región que más consume este servicio en el mundo, con una media diaria de 212 minutos[2].
¿Mal conectados, pero adictos a las aplicaciones de redes sociales?
Tal y como lo ha diagnosticado de manera sostenida en el tiempo el informe sobre Banda Ancha de la CEPAL[3], la cobertura promedio de banda ancha fija en toda la región no se aproxima siquiera a los valores de referencia de las regiones más rezagadas de Asia o Europa, al tiempo que los servicios están altamente concentrados en las ciudades.
No obstante, el reciente estudio de GlobalWebIndex publicado en el tercer trimestre de 2019 arrojó nueva información que llama la atención, pues muestra a nuestra región como la que mayor uso hace de las aplicaciones de redes sociales, con un promedio de 212 minutos al día por cada ciudadano. La media global se sitúa en 143 minutos y en países desarrollados como Estados Unidos ronda los 116 minutos, resultando tremendamente paradójico y al tiempo inquietante.
¿Por qué somos líderes en el uso de aplicaciones de redes sociales si tenemos una de las peores conectividades del mundo?
Si bien existen muchas respuestas a esta pregunta, sin duda la falta de políticas de apropiación social de las TIC que acompañen adecuadamente la conectividad es una explicación simple y probable.
Como lo hemos advertido reiteradamente en nuestros análisis, las políticas de apropiación de las TIC han estado desarticuladas y han sido poco efectivas en toda la región. En los artículos “La Falacia de la Banda Ancha en América Latina”[4] y “Las desarticuladas y anecdóticas políticas TIC”[5] pusimos en evidencia toda la problemática que rodea las acciones gubernamentales y las carencias existentes en materia de competencias de uso y apropiación reales.
Lo anterior permite inferir que ante la falta de un acompañamiento efectivo de la población en el tránsito entre las tecnologías analógicas y las digitales, esta no aprovecha todos los beneficios que arroja internet, por el contrario, traslada su cotidianidad a los medios sociales digitales. Es decir, la gente sigue utilizando los medios digitales para el “cotorreo”, el chisme y para presumir, en vez de utilizarlas masivamente para otros aspectos más productivos como el aprendizaje, el emprendimiento o un sinnúmero de experiencias que ofrece Internet.
De otro lado, el gran poder de jalonamiento que tiene la banda ancha móvil a través de los denominados operadores celulares podría ser un factor de posicionamiento del uso de aplicaciones de redes sociales, pues ofrecen planes en donde se estimula de forma gratuita el uso de aplicaciones como Facebook, Whatsapp, Instagram y Twitter, mientras la navegación y el consumo de otros servicios se “penaliza” con tarifas muy elevadas.
Otra importante variable que no puede ser descartada para explicar este fenómeno es la edad promedio de los habitantes de Latinoamérica, uno de los continentes con población más joven, mientras que en Europa la población es cada vez más vieja, al igual que en algunos países asiáticos como Japón. Esta población tiene una relación mucho más asidua y natural con las aplicaciones de redes sociales, por lo que es de esperar que una región joven tenga mayores índices de consumo de esos medios.
Brasil y Colombia, los casos más relevantes
El estudio de GlobalWebIndex evidenció que dos de los países latinoamericanos con mayor consumo diario promedio de aplicaciones sociales son Brasil y Colombia ¾el primero con un promedio de 225 minutos por ciudadanos conectado y el segundo de 216 minutos diarios¾ mientras Argentina ronda los 207 minutos, aunque al segmentarse la población y reducir el espectro a jóvenes entre 16 y 24 años, Argentina se lleva el primer lugar mundial en este rango, con un promedio de 257 minutos diarios.
México por su parte pareciera tener un mayor nivel de conciencia o una situación diferente, probablemente por su cercanía con Estados Unidos, pues su promedio general poblacional se ubica en 190 minutos, por debajo de la media global.
Lo que más llama la atención del estudio es que Brasil se ubica en el segundo puesto del ranking mundial, superado solo por Filipinas, que ostenta con 248 minutos el primer puesto mundial. Por su parte Colombia se ubica en el tercer puesto entre los países que más consumen aplicaciones de redes sociales en el mundo.
A mayor nivel de educación menor tiempo de consumo
Otro dato revelador del estudio es la conexión existente entre desarrollo educativo y acceso a las aplicaciones de medios sociales, pues en los países con los mayores indicadores de estudio o formación se evidenció la tendencia de una disminución en el uso y consumo de aplicaciones sociales, lo que puede demostrar una mayor conciencia por parte de los ciudadanos de la importancia de gestionar responsablemente el tiempo invertido en estas redes. En países como Bélgica, Suecia y Estados Unidos se ha visto año tras año significativas reducciones en el tiempo que los ciudadanos emplean en el consumo de estas aplicaciones, lo que ha venido acompañado de una mayor conciencia de los usuarios acerca del uso responsable de las tecnologías y la racionalización del tiempo de exposición ante las pantallas digitales.
En conclusión, mientras en América Latina los indicadores de conectividad no parecieran mejorar y la región sigue rezagada en acceso efectivo a la sociedad de la información, de forma paradójica el consumo de aplicaciones de redes sociales sigue creciendo de manera acelerada, contrario a la tendencia de los países con mejores indicadores de educación, en los que este promedio tiende a la baja.
[1] Artículo BBC Mundo sobre el estudio GlobalWebIndes
[3] Observatorio de Banda Ancha de la CEPAL