Mientras en Estados Unidos la Comisión Federal de Comercio (FTC) ha presentado una demanda antimonopolio contra Facebook por su “conducta anticompetitiva y sus métodos de competencia desleal”, el Reino Unido tal y como lo anticipamos hace algunas semanas, anunció oficialmente la creación de una agencia especializada para supervisar a los gigantes digitales, mientras la Unión Europea está desarrollando nuevas investigaciones en la misma dirección.
Luego de dos década de Innovación, millonarias inversiones, crecimiento endogámico, excesos corporativos y monopolización de los mercados, tal parece que las autoridades del primer mundo están decididas a tomarse en serio la gravedad del daño que están causando a la competencia y a las democracias las Gigantes Bigtech.
¿Tendrán efecto las nuevas medidas implementadas por autoridades del primer mundo?
La máxima autoridad de la competencia en los Estados Unidos, la FTC luego de muchas advertencias e investigaciones en contra de Facebook, tomó la decisión de formalmente presentar una demanda antimonopolio, una acción legal que podría traer consecuencias graves, en lo económico, fiscal y corporativo para esta compañía[1].
Dentro de la exposición de motivos, que asombra por la contundencia en sus afirmaciones, la autoridad asegura que:
“Desde que derrocó a su primer rival, MySpace, y consiguió el poder de monopolio, Facebook se ha dedicado a jugar a la defensiva mediante prácticas anticompetitivas. Al identificar dos importantes amenazas de competencia a su posición dominante, Instagram y WhatsApp, Facebook actuó para sofocar esas amenazas comprando las empresas, en un reflejo de la opinión del CEO, Mark Zuckerberg, expresada en un correo electrónico de 2008, de que ‘es mejor comprar que competir'”.
Cambridge Analytica fue quien prendió las Alarmas
En el años 2017, luego del inesperado giro que tuvo las elecciones del Brexit en Reino Unido y de la elección en los Estados Unidos, estalló un escándalo que reveló como la empresa de datos políticos Cambridge Analytica había usado datos de usuarios de Facebook sin su consentimiento en el período previo a las elecciones presidenciales de 2016 en EE. UU. Y mediante notificas falsas, había orientado el voto de los indecisos en estos países, tanto en favor del Brexit como de Trump en los Estados Unidos[2].
A parte de este episodio, La Comisión federal en Estados Unidos, comenzó su investigación sobre las políticas de privacidad de Facebook en marzo de 2018, encontrándola culpable de los cargos presentados, lo que derivó una multa sin precedentes de 5.000 millones de dólares[3], siendo la mayor sanción impuesta en la historia de una empresa tecnológica, sin embargo y como afirma el dicho popular, “fue como sacarle un pelo a un gato”, pues representó menos del 9 % de los ingresos de la compañía en 2018, lo cual desencadenó la ira y malestar de organizaciones de activistas y legisladores demócratas, toda vez que la sanción no incluyó ninguna condición que exigiera a Facebook cambiar sus prácticas empresariales, razón por la cual la bancada demócrata en repetidas ocasiones ha exigido una mayor intervención de la autoridades para poner fin a estos abusos.
Por su parte y de forma casi paralela a estos hechos, el Departamento de Justicia de EE.UU. presentó una demanda antimonopolio contra Google, argumentando que la empresa utilizó métodos ilegales para expandir su negocio de búsqueda y publicidad.
La nueva Agencia Británica
Tal y como lo anunciamos hace varios meses en un artículo[4], siguiendo las recomendaciones presentadas en un estudio contratado por la Autoridad de la Competencia Británica, El Reino Unido anunció formalmente que creará en Abril una Agencia especializada para supervisar a los gigantes digitales, la cual recibirá el nombre de: Unidad de Mercados Digitales, las cual funcionará dentro de la órbita de la Autoridad de Competencia y Mercados (CMA, por sus siglas en inglés) y será la responsable de poner en práctica un nuevo Código de Conducta que gobierne el comportamiento de las plataformas digitales que tienen considerable poder de mercado, conocido en el argot de los economistas como: “estatus de mercado estratégico”, evitando de esta forma que las grandes Bigt Thech sigan abusando de su posición dominante de mercado[5].
“Los gigantes tecnológicos deberán sujetarse a un nuevo régimen para que los consumidores tengan más opciones y control sobre sus datos, para ayudar a las pequeñas empresas a florecer y garantizar que las compañías de medios no sean expulsadas por sus rivales más importantes”… …“bajo el nuevo código, las plataformas, incluyendo aquellas financiadas por publicidad digital, tendrán que ser más transparentes sobre los servicios que proveen y cómo usan los datos de los consumidores, dar a los consumidores la opción de decidir si reciben publicidad personalizada y se les impide imponer restricciones a sus clientes que les dificulten el uso de plataformas rivales”. Comunicado de la Autoridad de la Competencia y los Mercados del Reino Unido.[6]
La Unidad de Medios Digitales, trabajará en estrecha coordinación con el organismo regulador: OFCOM y con la Oficina del Comisionado de Información (ICO), tendrá el poder de suspender, bloquear y revertir decisiones de las compañías, así como imponerles multas financieras por incumplimiento del Código.
El nuevo código que establezca la agencia también determinará las reglas comerciales entre editorial y plataformas, con el objetivo de mejorar la sustentabilidad del periodismo de calidad.
La Unión Europea avanza en la misma línea
Por su parte la vicepresidenta de la Comisión Europea (CE) encargada de competencia, Margrethe Vestager, ha calificado de “interesante” y “alentadora” la demanda de las autoridades estatales y federales de Estados Unidos contra Facebook por operar un presunto “monopolio ilegal”, al igual que la iniciativa británica[7].
“Creo que es muy interesante lo que se hace ahora en Estados Unidos con tantos fiscales generales de estados y la Comisión Federal del Comercio, el caso que tienen contra Facebook” Margrethe Vestager[8]
Igualmente, Vestager aseguró que Europa va en la misma línea y que planea en los siguientes meses tomar acciones en direcciones muy similares a las tomadas por sus homólogos americanos y británicos:
“Tenemos un par de investigaciones en marcha sobre el ecosistema de Facebook sobre el uso de datos de consumidores y clientes en la publicidad y cómo el mercado de Facebook está funcionando. Esos casos no están tan avanzados como en Estados Unidos, pero lo encuentro muy alentador y creo que es una señal de que el debate global sobre el dominio de las empresas tecnológicas ha cambiado en el último par de años” Margrethe Vestager
Es importante recordar que las acciones regulatorias que se implementan en países del primer mundo repercuten de forma directa en otras naciones, incluyendo por supuesto Latinoamérica, razón por la cual estas medidas se podrían considerar de carácter global y con repercusiones que impactarán en la mayor parte de la población del mundo, esto mismo ocurrió cuando se expidió la directiva europea de privacidad, la cual terminó siendo implementada por las BigTech en todas las latitudes.
En conclusión, todo pareciera indicar que las autoridades del primer mundo están empezando a tomar medidas serias y eficaces para controlar la actual posición dominante de Facebook y en general de la denominadas Bigtech, una acción que si bien debió ocurrir hace mucho tiempo, urge que sea implementada para proteger no solo a los medios tradicionales y el mercado en general de la pauta publicitaria, sino para salvaguardar y proteger derechos tan básicos como el de la privacidad de los ciudadanos e incluso el equilibrio de la democracia misma, como lo hemos analizado en múltiples oportunidades en este espacio.