Foto: Zero Take en unsplash.com

 2022: De la distopia al humanismo

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Con un estancamiento significativo en el crecimiento, despidos masivos de empleados, Elon Musk haciendo el ridículo con Twitter, FTX en la bancarrota, Alexa estancada y pesimismo generalizado en Silicon Valley, pareciera que 2022 fue uno muy mal año para el campo tecnológico, sin embargo la mirada puede ser diferente.

¿Fue el 2022 un fracaso en el campo de la tecnología?

Por: Gabriel E. Levy B.
www.andinalink.com

La prestigiosa periodista científica Annalee Newitz, autora de la novela es “The Future of Another Timeline”, define en la revista científica NewsCientist, como un año “Apocalíptico para el mundo de la tecnología”, pero si bien para muchos de nosotros eso pareciera ser algo muy preocupante, la reconocida escritora tiene una mirada diferente, pues considera que si bien las cosas no salieron como se esperaba, “eso no significa necesariamente que nos dirijamos hacia la distopía[1]”.

Para Annalee Newitz, las mayores fallas tecnológicas de 2022 son en realidad una señal alentadora de que muchos humanos “siguen siendo bastante sensatos a pesar de todo”.

El Campanazo de Twitter

Tal y como lo analizamos en nuestro anterior artículo: “Las Lecciones que nos dejan los desastres tecnológicos de 2022[2] Twitter parece estar colapsando después de que el nuevo propietario, Elon Musk, despidió a miles de empleados y permitió que los negacionistas de vacunas y los supremacistas blancos, volvieran a la plataforma, incluyendo por supuesto a Donald Trump.

“Para muchos de nosotros, parecía un presagio de pesadilla de lo que estaba por venir en línea[3]”. Annalee Newitz

La reacción inmediata de muchos anunciantes y usuarios fue retirarse en desbandada y todo parece indicar que muchos nunca volverán, incluyendo grandes tecnológicas, dejando a la red social sin gran parte de sus ingresos y con la credibilidad por el piso.

El plan de Elon Musk para recuperar pérdidas cobrando a los usuarios $ 8 por mes por la verificación azul, causó tantos problemas que le tocó inmediatamente revertir el plan, no sin antes ganarse un buen número de demandas y ahora tímidamente intenta encontrar la forma de volver a implementarlo, sin que el mismo sepa como lo va a lograr.

EL APRENDIZAJE: Para Annalee Newitz, si bien la gente puede estar visitando Twitter para verlo arder, todo parece indicar que pocos están dispuestos a pagar y lo más importante aguantarse las locuras de Musk, es decir, de aquellos tiempos en que cualquier error era perdonado en el ecosistema digital, ya poco queda y ahora quien no tiene el suficiente tacto para respetar a sus usuarios, necesariamente pierde el juego.

Otra Pirámide de ilusiones financieras que se cayó

Mientras tanto, FTX, una de las más grandes plataformas de criptomonedas más grandes del mundo, resultó no se tan sólida como prometía, sino que fue construyó sobre arena o mejor aún, sobre la confianza perdida de sus inversionistas.

“FTX fue una bala en la cabeza de los mercachifles de blockchain[4]”. Annalee Newitz.

Los bancos y los inversores perdieron millones, y el propietario de FTX, Sam Bankman-Fried, pasó de multimillonario ha arruinado de la noche a la mañana.

Como la tecnóloga Molly White ha narrado en su sitio criptoescéptico Web3 Is Going Just Great, la llamada revolución criptográfica ha enriquecido a algunas personas y llevado a la bancarrota a innumerables inversores inocentes que no entendían en qué se estaban metiendo.

Se han arruinado vidas.

EL APRENDIZAJE: El final de FTX significa que ahora menos personas corren el riesgo de perder su dinero y existe una mayor conciencia de que las inversiones en criptomonedas pueden parecerse más a esquemas piramidales que a puentes hacia un futuro mejor.

Para Newitz, era mejor una hecatombe temprana de las criptomonedas, que un derrumbe tardío de la economía global.

¿Oye Alexa por qué eres un fracaso?

Un informe reciente reveló que la asistente digital de Amazon, Alexa, fracasó como producto .

“Ya conoces a Alexa: vive en un pequeño dispositivo y responde a comandos de voz como “toca una canción de X-Ray Spex” o “dime la masa del sol”. También tiene funciones de vigilancia bien documentadas que son bastante alarmantes, como grabar todo lo que se dice cerca, incluso cuando el dispositivo parece estar apagado[5]”. Annalee Newitz.

Amazon vendía productos de Alexa al costo porque la empresa supuso que la gente los usaría para comprar muchas cosas de Amazon, lo que le permitiría recuperar sus pérdidas en las ventas del dispositivo.

Aparentemente, los consumidores no tenían nada de eso, al menos, no los humanos. Hay una historia muy popular de un loro que logró pedir helado y fresas a través de Alexa. Pero por su parte, los humanos utilizaban mayoritariamente a sus asistentes Alexa para reproducir música o responder preguntas. Admito que lo principal para lo que usé a Alexa fue para contar chistes de matemáticas. ¡Tiene un sorprendente número de buenos!

EL APRENDIZAJE: Para Annalee Newitz, la fe en la humanidad se restableció, cuando leyó que nadie estaba usando ALEXA, para comprar más cosas de Amazon y el uso que se le estaba dando era mucho menos consumista de lo esperado.

Despidos sin Piedad

“Hubo una noticia genuinamente triste en la industria tecnológica este año[6]”. Annalee Newitz.

Muchas de las empresas tecnológicas más grandes, desde Amazon hasta Meta, anunciaron despidos masivos, los cuales ocurrieron justo antes de las vacaciones.

Para Newit, una cosa es enfocarse en los hombres ricos y poderosos que son dueños de estas empresas, y otra muy distinta en los que ponen el hombro para que funcionen.

“A menudo nos olvidamos de las bajas reales que estos multimillonarios dejan a su paso. La gente perdió su sustento. Algunos de ellos son contratistas que no recibieron indemnización por despido y están a un mes de salario de vivir en sus autos. Si conoce a alguien que ha sido despedido o cuyo trabajo se ha vuelto más precario de repente, haga algo bueno por ellos en esta temporada navideña” [7]”. Annalee Newitz.

 

En Conclusión, aunque en perspectiva 2022 fue uno de los años más distópicos que ha enfrentado la industria tecnológica, queda claro que esos traspies no son fracasos para la humanidad, sino que como Annalee Newitz lo analiza, por el contrario, revindican la condición humana.

“¡Adiós a Twitter, FTX y Alexa! ¡Viva la humanidad! [8]”. Annalee Newitz.

 

[1] https://www.newscientist.com/article/mg25634175-900-why-the-tech-apocalypse-of-2022-was-largely-a-good-thing/
[2] https://andinalink.com/las-lecciones-que-nos-dejan-los-desastres-tecnologicos-de-2022/
[3] https://www.newscientist.com/article/mg25634175-900-why-the-tech-apocalypse-of-2022-was-largely-a-good-thing/
[4] https://www.newscientist.com/article/mg25634175-900-why-the-tech-apocalypse-of-2022-was-largely-a-good-thing/
[5] https://www.newscientist.com/article/mg25634175-900-why-the-tech-apocalypse-of-2022-was-largely-a-good-thing/
[6] https://www.newscientist.com/article/mg25634175-900-why-the-tech-apocalypse-of-2022-was-largely-a-good-thing/
[7] https://www.newscientist.com/article/mg25634175-900-why-the-tech-apocalypse-of-2022-was-largely-a-good-thing/
[8] https://www.newscientist.com/article/mg25634175-900-why-the-tech-apocalypse-of-2022-was-largely-a-good-thing/

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