Históricamente la provisión de los servicios de telecomunicaciones ha estado íntimamente ligada con la propiedad en la infraestructura de red, es decir que cualquier empresa o persona que desee prestar el servicio de telecomunicaciones requiere de infraestructura propia, concepto que, si bien sigue estando vigente, muchos gobiernos, organizaciones sociales y agremiaciones, principalmente en países del primer mundo, plantean revaluarlo a través de modelos de compartición de infraestructura.
¿Es la compartición de infraestructura una tendencia en el mercado de las telecomunicaciones?
Por: Gabriel E. Levy B.
www.galevy.com
Recientemente la compañía española Telefónica, propietaria de Movistar, anunció la venta de más de 30 mil emplazamientos o torres de telecomunicaciones, a la compañía American Tower, por un valor de más de 7.700 millones de Euros[1].
La transacción sin precedentes de Telefónica, que en ultimas busca reducir su endeudamiento y aumentar su flujo de caja, no solamente supone el desprendimiento de uno de los activos más valiosos de la compañía, sino que implícitamente toda esta infraestructura se convierte en un soporte de red Neutro que cualquier operador podrá contratar a partir de ahora, es decir, que incluso los mismos competidores de Movistar podrán prestar sus servicios en las mismas torres que ellos operan[2].
El presidente de Telefónica, José María Álvarez-Pallete, señaló que “se trata de una operación que tiene sentido estratégico dentro de nuestra hoja de ruta. American Towers era nuestro segundo proveedor tras Telxius”.
“Tras esta gran operación seguiremos centrados en nuestros objetivos más ambiciosos: la integración de O2 con Virgin en el Reino Unido, la compra de los activos móviles de Oi en Brasil y la reducción de la deuda”, indicó[3].
Si bien para algunos analistas desprevenidos la decisión de Movistar podría ser un error, al liberar una de sus mayores ventajas competitivas y barreras de mercado, la decisión del gigante europeo de las comunicaciones no es un hecho aislado, sino que hace parte de una nueva tendencia en el sector, que aboga por una drástica disminución de costos de infraestructura conocidos popularmente como CAPEX[4], en busca de una mayor inversión en el OPEX[5], que permita mayor cobertura en menor tiempo, para obtener márgenes de utilidad mucho más aceptables, en una industria muy volátil en el que la tecnología alcanza un detrimento patrimonial muy alto en un periodo de tiempo muy corto, por la evolución natural del sector y la innovación que hace parte de su propio ADN.
En términos mucho más sencillos, los altos costos en capital inmovilizado (CAPEX), o infraestructura en el sector de telecomunicaciones, impiden que las compañías tengan el suficiente flujo de caja para dar cobertura y prestar un servicio adecuado en una amplia o extensa zona geográfica, de tal forma que si un operador de telecomunicaciones logra liberarse de los costos fijos de inversión en infraestructura, podrá con el mismo recurso alcanzar una cobertura y un servicio mucho más amplio manteniendo los esquemas de inversión y de esta forma, el volumen de usuarios alcanzado pagará mensualmente el alquiler de la infraestructura que estará a cargo de un tercero, como una unidad de negocio totalmente independiente. Es decir, buscar obtener mayor cobertura y número de usuarios, manteniendo la misma proyección de capital de inversión.
De la misma forma en que Telefónica tomó la decisión de operar sus servicios de telecomunicaciones en una red neutra de antenas, algunos proyectos alrededor del mundo avanzan en el diseño de múltiples mecanismos que permitan el fortalecimiento y la consolidación de redes neutras en diversos niveles, incluyendo principalmente redes y equipamiento de fibra óptica.
De la Neutralidad de Red a las Redes Neutras
El concepto Neutralidad de Red, tan antiguo como el Internet mismo, se refiere a un acuerdo implícito entre los agentes que componen la cadena de valor de Internet, para que se valoren todas las conexiones IP como iguales, sin permitir que los proveedores de servicios de telecomunicaciones puedan calificar, ni mucho menos sancionar o privilegiar, un servicio sobre otro. Este principio ha permitido que la red sea abierta, plural, democrática y participativa, por lo que claramente la Neutralidad de Red tiene implicaciones sociales, económicas, culturales, políticas y éticas[6].
Una buena forma de ilustrar la Neutralidad es asemejando Internet a una gran autopista, en la que los vehículos son los contenidos (Facebook, Google, Netflix, Twitter, websites, etc.) y la Neutralidad es la norma de tránsito que garantiza que todos los vehículos puedan usar cualquiera de las calzadas. Así, estos pueden viajar todos a la misma velocidad, sin que a ninguno de ellos se les prohíba transitar por esa autopista, sin importar la cantidad de carga que lleven. Al romperse la neutralidad, en cualquiera de las vías de esta autopista, un operador privado, podría prohibirle a cualquiera de los vehículos transitar o limitar su capacidad de carga o restringir su velocidad, favoreciendo a algunos o perjudicando a otros[7].
Redes Neutras
Basado en el mismo principio de Neutralidad de Red, surgen las denominadas Redes Neutras, haciendo referencia a la infraestructura misma de interconexión en cualquiera de sus etapas y niveles, la cual podrá ser rentada por empresas interesadas en proveer servicios de telecomunicaciones, pagando por su uso un canon mensual de arrendamiento, garantizando que la infraestructura será la misma para todos los clientes manteniendo el principio de Neutralidad.
Uno de los casos más novedosos e interesantes de Redes Neutras que se está gestando en el mundo, es el de la red ASTURCÓN (Red Astur de Comunicaciones Ópticas Neutras) en Asturias[8], la cual está formada en su mayoría por cableados de fibra óptica, aunque también usa algunas parte en cobre y compone un entramado de equipamientos tecnológicos híbridos, compuestos principalmente por sistemas GPON (Gigabit PON)[9].
El proyecto es gestado por el Principado de Asturias y tiene por objetivo permitir que todo aquel operador de Internet que dese prestar servicios de red en la región pueda emplear esta infraestructura pública ofreciendo hasta 100mbps simétricos y pagando un canon muy bajo por el uso de esta[10].
Por su parte el informe Societat i Telecos 2015, de la sociedad de ingenieros de Cataluña, propone la compartición de infraestructura como la mejor estrategia para el crecimiento de la cobertura, evitando duplicidades de costos e inversión: “la existencia de una red neutra con la que trabajasen todas las operadoras con tal de garantizar el acceso a la red y evitar duplicidades”[11].
Los casos anteriores, son parte de un importante cúmulo de proyectos de “Redes Neutras”, en Europa y países del primer mundo, pero que no necesariamente son replicables en países en vía de desarrollo.
La Utopía Latinoamericana
Aunque en teoría el concepto de “Red Neutra” es muy potente y podría desarrollarse por igual en todo el mundo, en el caso Latinoamericano aunque existe regulación que permite la compartición de infraestructura[12], la mayor parte de los operadores de telecomunicaciones fijas, especialmente los más grandes, perciben este modelo como una puerta de entrada para que muchos actores compitan en un mercado que por su propia naturaleza es limitado, lo cual se ve agravado por los bajos índices de percepción en la calidad del servicio que tienen los usuarios de estas compañías, cuya fidelización es baja y la probabilidad de migración a otros potenciales operadores es muy alta.
En términos mas simples, los grandes jugadores de las telecomunicaciones en Latinoamérica, especialmente Claro, Tigo y Movistar, temen permitir que nuevos jugadores ingresen a los actuales mercados, en parte por lo inmaduro del mercado mismo y de otro lado por los generalmente bajos índices de calidad en el servicio, razón por la cual tratan de mantener el componente CAPEX de despliegue de infraestructura propia, como una barrera de contención para evitar la llegada de nuevos actores al ecosistema, especialmente en el segmento de internet fijo y hogares.
Es por todo lo anterior, que los esfuerzos gubernamentales para la implementación de Redes Neutras en América Latina no han despegado.
Un caso de estudio que resulta muy interesante de modelos Neutros promovidos gubernamentalmente en Latinoamérica, es el de la RED Troncal de Fibra óptica: Vive Digital, que promovió el gobierno de Juan Manuel Santos a principios de la década pasada en Colombia, la cual fue desplegada por el operador mexicano: Azteca Comunicaciones que ganó la licitación en su momento.
La red de Azteca Comunicaciones, una de las más extensas del país con cobertura en 769 municipios al inicio y 1.075 a la fecha[12], prometía convertirse en la principal autopista de conectividad para muchos proveedores de Internet en regiones apartadas, operando como una especie de “Red Neutra” en muchos aspectos, no obstante, este modelo no logró despegar y las empresas que podrían haber sido los principales usuarios, como Claro, Movistar o Tigo, prefirieron de manera paralela hacer su propio despliegue de infraestructura, duplicando esfuerzos, antes de compartir el recurso tecnológico, lo cual ante la falta de mayores exigencias de usuarios reales por parte del gobierno, terminó convirtiendo toda esta infraestructura, en prácticamente una red al servicio de un solo operador, que en últimas es un jugador muy pequeño en el mercado, con una infraestructura colosalmente grande, que fue financiada con dinero público [13].
Este mismo escenario se repitió en México, en donde los grandes jugadores del mercado han preferido duplicar esfuerzos antes de hacer compartición de recursos sobre la infraestructura de red desplegada por el gobierno y aunque los promotores de ambos proyectos los han intentado vender como muy exitosos, las estadísticas al respecto dejan más dudas que certezas. [14] [15] [16].
Es por todo lo anterior, que el actual Ministerio TIC de Colombia, decidió abandonar cualquier apuesta hacia los modelos de “Redes Neutras”, concentrando sus esfuerzos principalmente en el pago de subsidios por usuario efectivamente conectado, dejando que los operadores decidan por su cuenta si desean montar su propia infraestructura o buscar alianzas para el desarrollo de Redes Neutras, bajo la premisa que la posible intervención por parte del estado en materia de infraestructura de redes, puede terminar causando una distorsión del mercado que afecte la competencia y pueda causar detrimento en el recurso público [17].
Esquema IRU como alternativa privada:
El modelo de negocio: IRU, masificado principalmente Claro, Movistar y TIGO, es un esquema mediante el cual la compañía firma con el proveedor de red un “Derecho de Uso Irrevocable” de la infraestructura por un periodo de tiempo determinado, generalmente sobre hilos de la denominada: “Fibra Oscura”, incluyendo en los costos del contrato un Feed de entrada por infraestructura y un canon mensual de arrendamiento, que incluye el mantenimiento a cargo del dueño de la infraestructura, con una disponibilidad del servicio generalmente por encima del 99%.
Este modelo es principalmente utilizado en redes de última milla en poblaciones apartadas y le ha permitido a la compañía mexicana crecer exponencialmente en todo el continente, permitiendo que el dueño de la fibra explote comercialmente la infraestructura restante.
El modelo IRU al igual que muchos esquemas de tercerización por parte de grandes operadores, surge principalmente de la imposibilidad que tienen los proveedores de Internet de desplegar y mantener los tramos de última milla en regiones apartadas, es decir, mantener operando la red capilarizada de distribución a los usuarios finales en una amplia zona geográfica es una tarea colosal en términos de personal y recursos, razón por la cual es más eficiente contratar y fragmentar muchos operadores que se hagan responsables de garantizar el optimo funcionamiento del universo de la denominada “Ultima Milla”, especialmente en regiones apartadas.
El IRU, si bien en estricto sentido terceriza en parte el CAPEX de las compañías que lo adquieren, no es considerado un modelo de “Red Neutra”, toda vez que el componente que se terceriza termina siendo de operación exclusiva de quien lo contrata y en la mayoría de los casos no incluye los demás componentes de red o infraestructura.
En Conclusión, aunque el concepto y los modelos de Redes Neutras toman cada vez más fuerza en economía muy desarrolladas, estos modelos solo son viables si los agentes que componen la cadena de valor de la provisión de internet, están dispuesto a una real competencia en el mercado, ya que en caso contrario, cualquier esfuerzo gubernamental en esta dirección, terminará convirtiéndose en un desperdicio de recursos económicos, ante la duplicidad de infraestructura de los grandes jugadores que no estarán dispuestos a sacrificar la tecnología como una barrera de contención de los mercados.
Por lo anterior, podría afirmarse que la mayor amenaza de la “Redes Neutras” no son ni la falta de recursos públicos, ni la falta de regulación, ni de esquemas viables de mercado, sino la falta de una cultura organizacional de la libre competencia, en las compañías que proveen los servicios de Internet en América Latina, las cuales están optando por otras alternativas en la tercerización del despliegue de infraestructura, sin perder las barrera de mercado que los mantienen distantes y protegidos ante nuevos jugadores.
[1] Artículo de la República sobre la venta de antenas de Telefónica
[2] Artículo periodístico de Vanguardia sobre la venta de Antenas de Telefónica
[3] Artículo de la República sobre la venta de antenas de Telefónica
[4] Artículo de Economipedia sobre Capex
[5] Artículo de Wikipedia sobre OPEX
[6] Artículo enciclopédico sobre Neutralidad de Red
[7] Artículo de Asuntos Legales sobre la Neutralidad de Red
[8] Artículo de ADZ Zone sobre las redes neutras y el caso de Asturcon
[9] Artículo de enciclopédico sobre GIPON
[10] Artículo de Europa Press sobre la Red Asturcon
[11] Informe de la sociedad de Ingenieros de Cataluña
[12] Informe Banamericas sobre Red Vive Digital
[12] Condiciones de compartición de infraestructura de la CRC
[13] Proyecto Red Nacional de Fibra óptica Mintic 2015
[14] Análisis académico USC – Peña Rendón, sobre alcance y despliegue Red vive Digital
[15] Informe Banamericas sobre Red Vive Digital
[16] Cifras Oficiales Mintic sobre proyecto nacional de Fibra óptica Vive Digital
[17] Actual esquema de Subsidios de Internet Mintic Colombia – Estratos 1, 2 y 3