Una de las mayores dificultades que supone por defecto el trabajo remoto como estructura corporativa, es la construcción de equipos funcionales, el denominado: Team Bulding, tema que preocupa a expertos en desempeño profesional y salud ocupacional.
En respuesta, el metaverso se erige como la mejor oportunidad para el fortalecimiento de los equipos de trabajo, al tiempo que puede convertirse en la mejor herramienta para mejorar las relaciones con los clientes.
¿Cómo puede el Metaverso mejorar las relaciones interpersonales en las empresas?
Por: Gabriel Levy
www.galevy.com
Tal y como lo hemos analizado anteriormente en otros artículos[1], los Metaversos o Metauniversos son entornos donde los humanos interactúan social y económicamente como iconos, a través de un soporte lógico en un ciberespacio, como una metáfora amplificada del mundo real, pero sin las limitaciones físicas o económicas. En términos más sencillo es un espacio mediado por interfaces o pantallas, en las que los humanos interactúan mediante avatares en entornos digitales con sofisticados elementos gráficos.
Los Metaversos o Metauniversos se convirtieron en cuestión de semanas en la gran apuesta de los inversionistas de alto riesgo, que ahora buscan emprendimientos con propuestas innovadoras, buscando oportunidades de negocio para construir imperios tecnológicos[2], como los que en su momento fundó Zuckerberg o Larry Page. Los nuevos proyectos de Metaversos giran alrededor de las ciudades inteligentes[3], la planificación urbana, el sector inmobiliario, el sector educación, la salud, el entretenimiento y con el reciente boom que produjo la pandemia del trabajo remoto, era predecible que también se consolidara en este terreno.
La ruptura del mito de la presencialidad
Si algo develó esta pandemia, es que la presencialidad en el campo profesional y administrativo, se había convertido casi en un Fetiche para las empresas, especialmente cuando se trataba de reuniones, obligando a toda su fuerza laboral a desplazarse grandes distancias en urbes contaminadas y con alta congestión, lo cual si se suma con todo el conjunto de empresas operando en una misma ciudad, se estaba produciendo el colapso de la movilidad y del medio ambiente en las principales ciudades del mundo.
Gracias a la pandemia del COVID19 muchísimas organizaciones han entendido que no se requiere de la presencialidad en el campo administrativo, por supuesto no aplica para la mano de obra aplicada o de manufactura.
Miles de compañías alrededor del mundo han reducido el tamaño de sus oficinas y mantienen gran parte de sus empleados laborando desde casa, lo cual genera un ahorro de costos muy significativo, pero sobre todo calidad de vida para las familias.
Al respecto, David Mott, socio fundador de Oxford Capital, una firma de inversiones inmobiliarias en Londres, Reino Unido, recientemente en entrevista con el medio británico BBC, afirmó que:
“La oficina ya no es el lugar en el que se espera que pasemos turnos fijos con rígidos horarios de reuniones. La mayoría de las personas que trabajábamos en una oficina podemos hacer el trabajo desde casa, desde un café, desde la casa de un amigo o desde un sitio de coworking. Por supuesto, para algunas profesiones, la ubicación es fundamental. Pero los trabajadores de oficinas estamos viendo una página en blanco. Tenemos una oportunidad increíble para redefinir la manera en la que trabajamos y reescribir las normas[4]”
El teletrabajo no es una moda pasajera
Gracias a la pandemia el número de reuniones virtuales se catapultó, permitiendo que en ellas estén presentes no solamente las mismas personas que estarían de forma presencial sino muchas otras que se encuentran en latitudes diferentes, logrando una mayor integración regional en los procesos empresariales, educativos, sanitarios, económicos e incluso políticos.
Las organizaciones que desde tiempo atrás se venían preparando para las competencias que demanda el teletrabajo, fueron las que mejor sortearon con éxito el confinamiento, mientras otras simplemente conectaron remotamente a sus empleados, pero manteniendo la lógica de la presencialidad.
Muchas grandes organizaciones alrededor del mundo están vendiendo sus antiguos edificios pues sus equipos de trabajo ahora son remotos, esparcidos por el mundo y descentralizados, lo cual ha significado una reducción dramática de costos y un aumento significativo en la eficiencia de sus procesos corporativos.
Sin embargo, no todos fueron casos de éxito, muchas organizaciones buscaron infructuosamente durante la pandemia encajar en esquemas mentales presenciales en un entorno virtual, aplicando mecanismos tan absurdos como el control del tiempo (incluso de ingresos y salidas) o la permanente vigilancia de las labores. Estas mismas organizaciones fueron las que probablemente primero regresaron a la presencialidad pues no fueron capaces de adaptarse a este nuevo entorno.
Las organizaciones que no se adapten desaparecerán
Tal y como la evolución lo ha demostrado en muchas oportunidades, solo sobrevive el que mejor se adapte a la realidad y el trabajo remoto es la nueva realidad de las organizaciones, primero porque se pueden construir equipos multidisciplinarios transnacionales, segundo porque es la única forma de cumplir los compromisos de reducción del calentamiento global, tercero porque ahorra muchísimos costos, en cuarto lugar porque hace mucho más eficiente a las organizaciones y en quinto y último lugar porque mejora la felicidad y productividad de los empleados.
Las Organizaciones Perimetrales
El estudio “Business Futures”[5], publicado por la consultora multinacional con sede en Irlanda: Accenture Limited, revela que la economía global está mucho más interconectada que en cualquier otro momento de la historia de la humanidad.
El citado estudio define a las organizaciones que se reinventaron luego de la crisis como estructurales perimetrales que aprovechan los principios de la computación desde una perspectiva descentralizada en la gestión de los datos, cambiando por completo el enfoque de los negocios, de los clientes e incluso de la realidad misma.
Las nuevas organizaciones perimetrales se forman trasladando la toma de decisiones al perímetro, donde los equipos están conectados por redes y están facultados para decidir cómo organizarse, trabajar, cumplir los objetivos corporativos mientras se optimiza el rendimiento local.
Aunque muchas organizaciones se han esforzado durante mucho tiempo por convertirse en organizaciones de punta, buscando “pensar globalmente, pero actuar localmente”, varios factores se han alineado para hacer de la punta una realidad creciente en la actualidad.
“Las grandes mejoras en las tecnologías han permitido una mayor conectividad y flujos de información administrados de forma segura, lo que ayuda a las organizaciones a superar las limitaciones de la distancia. La pandemia, que desencadenó el mayor experimento de trabajo remoto a gran escala, ha demostrado que, de hecho, es posible colaborar bien a distancia” [6]
Mientras tanto, la creciente fragmentación y las preferencias cambiantes de los consumidores, produjeron que la autoridad en la toma de decisiones se traslade a los límites como el mejor escenario posible para ser más productivos.
Las competencias del Trabajo Remoto
Al igual que con la educación virtual, el trabajo virtual demanda ciertas competencias, actitudes y aptitudes específicas, tanto por parte de los directivos como de los empleados de una organización. En estos ambientes, cada individuo debe alcanzar altos niveles de autonomía y responsabilidad, mientras el seguimiento a las actividades se debe realizar desde los procesos, objetivos, indicadores y resultados, y no desde las horas que la persona permanece sentada en una silla.
Esta disposición facilita la adecuada articulación entre todo el capital humano, siempre que se disponga de las herramientas tecnológicas que permitan el flujo de todas las actividades.
El desafió del “Team Bulding”
Recientemente el medio especializado El Confidencial organizó de la mano de Accenture Interactive el encuentro ‘Fjord Trends[7]. El nuevo tejido vital’, enmarcado como en años anteriores en la denominada Semana Marciana, cita anual promovida por la consultora y que explora las posibilidades de innovación en materia de experiencia de negocio. El evento, dirigido por la periodista Marta García Aller, contó con la participación de Héctor Ibarra, ‘managing director’ Fjord Iberia en Accenture Interactive; Elena Cabrero, directora de Marketing Mobility & New Commerce de Cepsa; Stefano De Liguoro, director de Negocio Digital de Zurich; Gabriela Orille, Global Digital Wealth Management & Insurance Director de Banco Santander; Pol Navarro, director de Operaciones y Tecnología de Banca Particulares, Banco Sabadell y CEO de InnoCells, y Juan Manuel Tabero, experto en Transformación Digital y Tecnologías de la Información[8].
Una de las conclusiones más interesantes de este evento, es que el Metaverso tendrá un gran impacto en las relaciones corporativas de las organizaciones y será la herramienta más útil para cumplir las exigencias de la descentralización y el trabajo remoto.
Para Stefano De Liguoro, director de Negocio Digital de Zurich: “resulta complicado construir equipos no presenciales porque el teletrabajo, a menudo, aporta únicamente organización y no crea sentido de pertenencia[9]”.
A medida que el trabajo remoto toma fuerza y se consolida como la forma estrategia para adaptarse al nuevo orden global digital, las empresas comienzan a experimentar el impacto sobre sus equipos de trabajo, que cada vez parecieran ser más eficientes, pero al mismo tiempo, más fragmentados, lo cual sin duda resulta en un problema de largo plazo para el mantenimiento de la cohesión de los grupos de profesionales.
El Metaverso como la mejor opción para el “Team Bulding”
Para Pol Navarro, director de Operaciones y Tecnología de Banca Particulares, Banco Sabadell y CEO de InnoCell, “el metaverso puede servir para fomentar la comunicación en el mundo corporativo, realizar reuniones más inmersivas o formaciones de los empleados más profundas”.
Al respecto Stefano De Liguoro considera que:
“resulta complicado construir equipos no presenciales porque el teletrabajo, a menudo, aporta únicamente organización y no crea sentido de pertenencia”. En este sentido, “el metaverso puede servir para fomentar la comunicación en el mundo corporativo, realizar reuniones más inmersivas o formaciones de los empleados más profundas[10]”.
Para Héctor Ibarra Héctor Ibarra, managing director’ Fjord Iberia en Accenture Interactive,
“el metaverso potencia las relaciones, aunque, a priori, parezca lo contrario. A determinadas generaciones más mayores puede parecernos que esto no es así y que con la interacción virtual se pierde contacto, pero esta visión cambia en función de los tramos de edad. De hecho, para los más jóvenes, esta tecnología sirve para establecer vínculos mucho más estrechos”.
El Metaverso no solo mejora las relaciones internas sino también las externas
Para Juan Manuel Tabero el metaverso no solo es una herramienta útil en las relaciones corportaivas internas, sino que su mayor potencial radica en la relación con sus clientes, convirtiéndose en una herramienta primordial a la hora de construir una nueva relación con el cliente explicando que “sirve para generar una experiencia digital totalmente innovadora, allá dónde hasta ahora no podíamos llegar”.
“Por ejemplo, muchos aficionados al fútbol no pueden disfrutar de un partido en directo de su equipo favorito desde el estadio. Sin embargo, esto se puede lograr actualmente gracias a la realidad virtual, además todo este proceso se puede monetizar y, por lo tanto, existen oportunidades de negocio relacionadas con esta innovación.
Existe una tendencia muy firme en los mercados que apunta a explorar el potencial del metaverso, tanto es así, que estamos viendo apuestas muy importantes de grandes firmas en este sentido, como es el caso de Facebook, que ha cambiado recientemente su nombre a Meta” [11].
Por su parte Para Elena Cabrero:
“El teletrabajo y las relaciones online son realidades tangibles y, pese a que todavía presentan retos como la ciberseguridad o su impacto sobre el derecho a la desconexión, han demostrado sobradamente que potencian la productividad[12]”
En Conclusión, como consecuencia de la Pandemia de Covid 19, el teletrabajo se erigió como la mejor estrategia para que las organizaciones enfrenten los desafíos de las nuevas tendencia de la descentralización productiva, razón por la cual la conformación de equipos de trabajo eficientes, funcionales y con sentido de pertenencia se convierte en el mayor desafíos presente y futuro, por lo que el Metaverso se erige como una estrategia ideal para la conformación de equipos de trabajo sólidos, al tiempo que permitirá potenciar significativamente las relaciones con los clientes.