El Covid-19 infecta la Internet Oscura

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Serie: “Estrategias para enfrentar el confinamiento”

Por: Gabriel E. Levy B.

www.galevy.com

Vacunas milagrosas, mascarillas, respiradores, trajes EPIS y hasta sangre infectada por Covid-19 son algunas de las miles de ofertas que han aparecido en los resquicios ocultos de la Internet desde que emergió la pandemia del coronavirus. Aunque la Internet Oscura siempre ha sido un antro de ofertas clandestinas, la evidencia pareciera mostrar que la pandemia la ha catapultado[1].

¿Qué está ocurriendo en la Internet Oscura en tiempos de pandemia?

Para entender mejor lo que está ocurriendo en la Internet Oscura en tiempos de pandemia, es importante recordar algunos conceptos claves acerca de las clasificaciones en la visibilidad del contenido que existen en Internet y que analizamos meses atrás en el artículo La amenaza oculta de Internet[2].

Clearnet, Deep Web, Dark Web y Darknet[3].

El concepto más común y, por consiguiente, más fácil de entender es el de Clearnet[4]: el Internet tal y como lo conocemos; todas las páginas web que se encuentran en Google y otros buscadores y a las que es posible acceder directamente mediante un navegador convencional como Chrome, Edge o Firefox.

La Deep Web[5] o internet profunda constituye alrededor del 90% del contenido total de la red y su principal característica es que no se puede acceder a través de buscadores convencionales ni tiene asignadas URL, es decir, toda la información alojada en la nube no está indexada y por consiguiente no es posible identificarla públicamente. Puede tratarse de páginas habituales protegidas por un paywall o de webs que no han sido indexadas, pero también de archivos guardados en servidores como Drive o Dropbox, correos electrónicos en sistemas de mensajería digital y datos administrativos, técnicos y financieros que solo se pueden consultar mediante sistemas encriptados, como lo es la información bancaria.

Dark Web[6] (Internet Oscura) es ese fragmento de Internet al que sólo se puede acceder mediante aplicaciones específicas y que hace parte de la Deep Web. Ocupa entre el 0,1% y el 0,3% de esta, según cifras del portal Xataka[7], que definió en un artículo especializado la Dark Web como “la porción de Internet que está intencionalmente oculta a los motores de búsqueda, usa direcciones IP enmascaradas y es accesible solo con un navegador web especial” [8]

La Dark Web está compuesta principalmente por páginas que tienen dominios propietarios como los usados por el sistema TOR, cuya extensión es .onion, o las .i2p de los eepsites de I2P. En ambos casos se requiere de sistemas de navegación y propietarios exclusivos, siendo generalmente TOR el más utilizado.

Darknet es un término que fue acuñado y definido en el año 2002 por Peter Biddle, Paul England, Marcus Peinado y Bryan Willman (investigadores de Microsoft) en un documento que denominaron “The Darknet and the Future of Content Distribution[9] afirmando que la Darknet es “Una colección de redes y tecnologías que podría suponer una revolución a la hora de compartir contenido digital.”

Mientras para Clearnet solo existe un sistema de compilación,  la World Wide Web, en el caso de la Darknet existen muchas variantes y tecnologías, siendo las más conocidas las friend-to-friend, Freenet, I2P o Invisible Internet Project (eepsites con extensión.i2p o ZeroNet con sus múltiples servicios). Pero la más popular de todas las redes oscuras es TOR, una red altamente encriptada y capilarizada, que ha desarrollado su propio ambiente de Darknet y que es la más referenciada cuando se quiere mencionar la red oscura.

Coronavirus y Darknet

Ya sean simples portales de conspiración o complejas estructuras de mercado negro, decenas de miles de ofertas, plataformas y contenidos han emergido en los últimos meses en la DarkNet, convirtiéndose en un ecosistema en donde no solo se ha constituido una plataforma de comunicación entre personas de todo el mundo, y es oculta al rastro de los gobiernos, sino que ha emergido todo un nuevo mercado negro alrededor de la pandemia.

Una investigación de la periodista Sarah Romero, publicada por el medio de comunicación muy interesante[10], puso en evidencia las múltiples y complejas redes que se han tejido de manera clandestina alrededor de la Internet Oscura, y que la han convertido en un verdadero desafío y una plataforma prácticamente imposible de rastrear para las autoridades.

“A medida que las organizaciones y los consumidores intentan adquirir productos de protección, equipos médicos y se desarrollan múltiples estudios para encontrar una vacuna para el coronavirus, los estafadores han comenzado a promover precisamente vacunas falsas, ventas de mascarillas e incluso respiradores en la red oscura, esa red oculta y anónima que se superpone a Internet y a la que solo se puede acceder a través de clientes especiales como el navegador TOR. El último producto en entrar en este peligroso mercado negro es la sangre infectada con COVID-19.”[11]. Sarah Romero

Y no exagera el artículo cuando asegura que se está vendiendo sangre infectada con Covid-19, pues un informe reciente presentado por la empresa de análisis de criptomonedas Chainanalysis[12] sobre este producto ilegal[13] aseguró que la sangre fue extraída de su padre hospitalizado, aunque el informe no comprueba si el vendedor realmente está vendiendo sangre infectada o simplemente está tratando de estafar a las víctimas por bitcoins. Podemos suponer que los clientes objetivos son aquellos que creen que pueden inmunizarse inyectándose sangre contaminada, acción peligrosa que podría incluso ser mortal, aunque también podría tratarse de un fin más siniestro, como contar con un arma biológica.

Como afirmamos, la sangre infectada no es el único producto bizarro o insólito derivado de la pandemia del coronavirus que se está vendiendo en Internet, ya que recientes informes de dos firmas de inteligencia de amenazas, Sixgill[14] y DarkOwl[15], han puesto en evidencia un espeluznante catálogo de productos que se ofrecen en la DarWeb, que incluye vacunas falsas, un medicamento Israelí milagroso que mata el Covid-19, respiradores artificiales de bajo costo, hidroxicloroquina (probada ineficiente para esta enfermedad y bastante peligrosa) o el retroviral Remdesivir, al igual que equipos de protección personal, desinfectantes, mascarillas, cascos de protección para evitar la radiación del 5G y hasta archivos MP3 que supuestamente matan el coronavirus.

Una de las principales razones por las cuales la Internet Oscura se convirtió en un nicho de propagación del mercado negro en tiempos de pandemia está mediada muy seguramente por la gran cantidad de alertas y controles que plataformas de medios sociales, organizaciones civiles y gobiernos han emprendido para perseguir las Fake News y las estafas en la red. La codicia de los inescrupulosos y los criminales ha propiciado un mercado clandestino que se alimenta del miedo, la incertidumbre y la ignorancia de los humanos alrededor del mundo, germinando un caldo de cultivo para las teorías de conspiración, las falsas esperanzas y, por supuesto, las estafas.

La estrategia para evitar caer en las garras de los estafadores, conspiradores y delincuentes consiste en activar el sentido común, no caer en falsas promesas, no comprar productos milagrosos que para lo único que sirven es para alimentar las arcas de los estafadores y, sobre todo, no intentar navegar en el clandestino mundo de la DarkWeb sin tener conocimiento informático, pues no solo podrá salir estafado sino incluso con sus equipos infectados por virus o troyanos que, de paso, podrán robar su información personal.[1] Informe publicado por la consultora en seguridad informática: Sixgill

[2] Artículo de Andinalink: La Amenaza oculta de Internet

[3] Artículo de Xataca acerca de la clasificación de la Internet Oscura

[4] Definición enciclopédica de Clearnet

[5] Definición Enciclopédica de Deep Web

[6] Artículo enciclopédico de la Dark Web

[7] Artículo de Xataca acerca de la clasificación de la Internet Oscura

[8] Artículo de Xataca acerca de la clasificación de la Internet Oscura

[9] Artículo publicado por los Investigadores de Microsoft “The Darknet and the Future of Content Distribution

[10] Artículo de Sarah Romero publicado en Muy Interesante en español

[11] Artículo de Sarah Romero publicado en Muy Interesante en español

[12] Artículo de referencia sobre el informe de Chainanalysis

[13] Portal oficial de Chainalysis

[14] Informe publicado por la consultora en seguridad informática: Sixgill

[15] Enlace al informe publicado por la consultora Darkowll

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