Esta semana, Facebook, el gigante de los medios sociales, decidió sumarse a la creciente tendencia global de incluir video dentro de su portafolio de servicios. Y no se trata de la simple posibilidad de que los internautas compartan las grabaciones de sus vacaciones o matrimonio, como ha venido funcionado hasta ahora, sino de entrar a competir en el mercado global de la distribución de servicios audiovisuales, no solo con seriados, películas y documentales, sino también con eventos en vivo, deportes, musicales y del espectáculo.
La noticia no ha sorprendido del todo a los mercados, pues ya su fundador, Mark Zuckerberg, había declarado a los medios que el futuro de la web está en el video y en su distribución. Esto dejaba la puerta abierta para que su conglomerado comenzara a experimentar con el video.
La noticia, que podría ser un nuevo hito en la historia de Facebook, fue anunciada a través de un post en el blog oficial de la red social; allí se presentó el servicio con el nombre Facebook Watch, definido por la compañía como una nueva plataforma de vídeos que se desplegará como una pestaña en el muro de los usuarios. La idea es garantizar el acceso simplificado a todo el contenido original que se publique en la plataforma.
Por ahora, el servicio estará limitado a un pequeño grupo de usuarios en Estados Unidos, a manera de una prueba piloto o versión beta, pero promete en corto tiempo extenderse al público de todos los Estados Unidos y, dependiendo de su éxito, experimentar una proyección global.
En esencia, lo que la red social busca es que sus programas generen conversación dentro del entorno nativo del medio social. Como señaló Daniel Danker, director de Producto de Facebook, “Ver vídeo en Facebook tiene el increíble poder de conectar a la gente, suscitar conversación y fomentar la comunidad. A medida que más y más personas disfrutan de esta experiencia, hemos aprendido que a la gente le gusta la serendipia de descubrir vídeos, pero también quieren un lugar dedicado al que puedan ir a verlos”.
¿Pero que tanto impactará a la industria de la televisión por suscripción esta iniciativa?
Tal y como lo hemos analizado en ocasiones anteriores en Andinalink, el video en internet está creciendo cada vez más, gracias a la expansión de la banda ancha a nivel global y las posibilidades de consumo convergente e interactivo, lo que permite la recepción de los contenidos en múltiples pantallas: celular, tabletas y portátiles, entre otros. Pero si bien este fenómeno es innegable, evidencia crecimiento y se ha materializado en muchas plataformas, no necesariamente significa el fin de la televisión tal y como la conocemos, por ahora se traduce simplemente en la diversificación de los modelos tradicionales de distribución y en el aumento de la televisión conectada.
Estos cambios exigen que los operadores de cable continúen implementando y masificando los servicios de acceso a la red y de banda ancha, así como conformando una sólida oferta N Play, tanto de televisión lineal convencional como de servicios audiovisuales en red.
Durante los próximos años esta revolución se decantará y sabremos si la explosión de plataformas de video conectadas se consolidará como segundas plataformas de acceso, o si finalmente terminarán sustituyendo los servicios broadcast de video.
En todo caso, por ahora el negocio de la creación de contenidos audiovisuales se vislumbra como el de mayor crecimiento y futuro dentro de las industrias culturales en el mundo. Por consiguiente, crear, producir y comercializar video de alta calidad no solo sigue estando de moda, sino que se vislumbra como el mejor refugio ante la incertidumbre que implica la expansión de las plataformas.
En el caso de América Latina, por ahora la televisión broadcast lineal sigue siendo líder en consumo y las plataformas conectadas, como YouTube, Netflix y Vimeo, son servicios complementarios a los que accede un porcentaje limitado de la población, un grupo caracterizado por un poder adquisitivo por encima de la media, con alta alfabetización en el uso de herramientas digitales y que, en su gran mayoría, se encuentra localizado en zonas urbanas. Pero no debe perderse de vista que Facebook se ha consolidado como el medio social de mayor penetración en Latinoamérica, por lo que es posible que el espectro de consumo de video conectado pueda crecer significativamente en la región si la plataforma Watch logra despegar y sus creadores deciden expandirla hacia el sur del continente.
La industria audiovisual continua navegando en aguas turbulentas y, aunque el rumbo es incierto, lo único claro en el corto plazo es que los usuarios cada vez consumen más video. Independientemente de las tecnologías de distribución que usen, el consumo de contenidos audiovisuales es un tendencia que lleva un crecimiento sostenido de siete décadas que se encuentra en uno de sus momentos de mayor vigor.
Por:
Gabriel E. Levy B.
Sergio Andrés Urquijo