En marzo del año 1997 el mundo se sorprendió con la aparición de una nueva tecnología llamada DOCSIS, Data Over Cable Service Interface Specification, en español «Especificación de Interfaz para Servicios de Datos por Cable». Fue un desarrollo disruptivo, que permitió por primera vez el transporte del servicio de Internet a través de las redes de cable coaxial de los operadores de televisión por suscripción —especialmente aquellos con una configuración hibrida—, que sirvió para que millones de hogares conocieran por primera vez la banda ancha.
Durante los noventa, el acceso a Internet estuvo mediado principalmente por conexiones telefónicas sobre cable par trenzado de cobre y por módems, que mediante tonos y sonidos sincronizaban el protocolo http para que los usuarios tuvieran acceso a la emergente y maravillosa red mundial de computadores.
Pero esta tecnología tenía un grave limitante: las velocidades no superaban los 56 kbps, lo que las hacia realmente lentas y, en la mayor parte de los casos, desesperantes.
Gracias al DOCSIS, el Internet de alta velocidad fue posible y accesible para ciudadanos domésticos en el mundo entero. Su implementación permitió la transmisión de video, al igual que la descarga de archivos grandes; viabilizó la posibilidad de sostener simultáneamente múltiples dispositivos y usuarios; abrió las puertas a las video llamadas; transformó la telefonía; llevó la televisión a la red… En resumen, transformó Internet de un sitio de consulta de correos electrónicos a la más delirante plataforma multimedia que el mundo haya conocido.
La configuración de DOCSIS siempre partió del principio de aprovechamiento de los recursos disponibles en los sistemas de cable; mediante un aparato denominado MTS logró transmitir datos a través de un radiofrecuencia, como si fuera un canal más dentro del coaxial. Del mismo modo, con unos pequeños módulos, los amplificadores pudieron volverse de doble vía y a través de unas cajas instaladas en los hogares, llamadas cable módems, los computadores tuvieron por primera vez acceso de alta velocidad a la gran red global de computadoras.
Con el paso de los años nuevas tecnologías emergieron, especialmente aquellas asociadas a la fibra óptica, que en pocos años pasó de red troncal a sistema completo de distribución. Al llegar la fibra directamente a los hogares, especialmente a través de las tecnologías Epon y Gepon, se redujeron los costos y se elevaron las velocidades de tránsito a cifras nunca antes vislumbradas.
El desarrollo de la fibra puso en aprietos al DOCSIS, pues desde el momento en que los números comenzaron a cerrar para los sistemas ópticos, las redes HFC comenzaron a verse obsoletas. Entre ellas estuvo DOCSIS, que pasó en poco tiempo de ser la tecnología más sofisticada a ser un sistema muy limitado para proveer eficientemente acceso mayorista a la red, principalmente porque la fibra ha supuesto una garantía indiscutible: «Es un tecnología inmejorable, pues no se conoce nada que viaje más rápido que la velocidad de la luz».
Pero si todo indica que la fibra es el futuro en el paisaje TELCO, ¿por qué no desaparecieron DOCSIS, los MTS y los cable módems?
La respuesta es simple: por la increíble capacidad de DOCSIS para reinventarse. A medida que la fibra comenzó a evolucionar tecnológicamente, la ingeniería de DOCSIS comenzó a evolucionar también; en muy poco tiempo el 1.0 se convirtió en historia y surgió el 2.0. Posteriormente, los desarrollos de tercera generación asombraron al mundo, comenzando con el DOCSIS 3.0 y luego el 3.1, que brinda grandes ventajas a los operadores de redes de cable, al incorporar numerosas novedades técnicas que permiten aumentar de forma radical las velocidades de transmisión en el enlace ascendente y descendente, sin necesidad de costosas modificaciones en la estructura de red.
Se logra así compatibilidad absoluta con los sistemas anteriores y, lo más importante, operando armoniosamente con la modulación digital de DVB, incluso en DVB-C2 y OFDM. Esto permite a los cableros evolucionar en todos los paquetes de servicio, tanto de televisión como de datos, ofreciendo a los usuarios velocidad promedio de hasta 100 MB por segundo, sin tener que realizar grandes modificaciones o cambios estructurales en sus redes HFC.
Los próximos años serán decisivos para la industria del cable. Seguirán emergiendo nuevas tecnologías, seguramente la fibra mejorará en desempeño y se reducirá en costos, pero, por lo que hemos aprendido, las redes HFC tienen oportunidad de seguir operando por mucho tiempo más. Gracias a DOCSIS la posibilidad de mejorar lo existente siempre será posible y sus ingenieros seguramente encontrarán la forma de satisfacer las necesidades de un mercado que cada vez exige mayor calidad, estabilidad y velocidad.
Por:
Gabriel E. Levy
Sergio Andrés Urquijo