En la actualidad cursan grandes proyectos globales que pretenden suministrar masivamente Internet de alta velocidad tanto para zonas urbanas como rurales. Por una parte “Google” aspira implementar una red de más de mil satélites que permita el acceso a internet en lugares aislados[1], al tiempo que la compañía “OneWeb” está buscando instalar alrededor de 1.900 satélites en los próximos 5 años[2], mientras “SpaceX” busca instalar unos 12.000 satélites en la próxima década[3].
Google quiere llevar el Internet donde aún no llega; SpaceX tiene el objetivo de proporcionar conectividad de banda ancha a Internet en zonas rurales del planeta, intentando generar precios muy competitivos que sean atractivos incluso para zonas urbanas; mientras “OneWeb” trabaja en un modelo de economía a escala que permita viabilizar un internet de alta velocidad, móvil y portable, de tal forma que cualquier persona pueda desplazarse libremente con su internet por el mundo, logrando un costo accesible[4].
¿Son viables y tienen futuro los proyectos de Internet Satelital de alta velocidad?
Por: Gabriel E. Levy B. – www.galevy.com –
Las iniciativas de “Google”, “OneWeb” y “SpaceX”, (entre otras) no son las primeras que ocurren en el campo de la masificación del Internet de Banda Ancha Satelital, los anaqueles de la historia contienen antecedentes de muchas otras empresas de servicios satelitales que lo intentaron y de forma muy estrambótica fallaron en el Intento.
Para el consultor de la industria de satélites Roger Rusch, basado en la experiencia de otras compañías, es casi improbable que un modelo de negocio como el que plantean estas compañías pueda ser viable:
«Es altamente improbable que alguien pueda crear un negocio exitoso a partir de esto.»[5] Roger Rusch
Para Elon Musk, CEO de “Space X”, su negocio puede ser viable siempre y cuando logre mantener bajos costos operaciones y una tarifa accesible, toda vez que existe una importante demanda global insatisfecha para conexiones de banda ancha.[6]
“En SpaceX estamos desarrollando una constelación de Satélites, porque creemos que nuestros futuros clientes potenciales, actualmente no están satisfechos con sus opciones de acceso a Internet de banda ancha, por lo que buscando satisfacer una necesidad, proporcionando capacidad de banda ancha global a precios razonables y accesibles»[7]. Elon Musk Ceo de Space X
Igualmente, Musk frente a las críticas contra su modelo, ha sido enfático en que se esfuerza por desarrollar un sistema eficiente, evitando que la empresa se extienda demasiado o se salga de control, por lo que está siendo cauteloso en función del ritmo del desarrollo[8].
En el caso de Google la compañía ha sido bastante hermética en no revelar información, sin embargo, PatentYogi[9] publicó en 2017 el expediente de la patente: US 20170005719 registrado en 2014 y que fue emitida por la oficina de patentes de Estados Unidos. En este expediente se evidencia que Google estaría centrando sus esfuerzos en construir una constelación de alrededor de mil satélites que se muevan dentro del rango de la órbita terrestre en diferentes trayectorias, variables, programables y ajustable, suministrando de este modo acceso a Internet de velocidades aceptables en cualquier zona del planeta, sin importar lo remota o inaccesible, alcanzando una cobertura mucho más significativa que la que brindan las actuales redes fijas y móviles.
Según consta en los documentos de la patente, la constelación de satélites estaría conformada por dos “capas” de satélites con una altitud e inclinación variable con respecto a la Tierra[10].
Todo pareciera indicar que el proyecto de Google busca que los mil satélites conformen una red de interconexión, que estaría enlazada con diferentes estaciones terrestres que serían finalmente las que brindarían el acceso a los usuarios finales. Mediante este modelo Google esperaría cubrir el 75% del planeta[11].
¿Cómo pretenden lograrlo?
Desde un aspecto técnico, los satélites que pretenden lanzar las tres compañías serían pequeños, es decir, entre 100 y 500 kg de masa, que en promedio orbitarán a una altitud de aproximadamente 1,100 kilómetros.
En el caso de SpaceX, operarán a una altura inferior de aproximadamente 550 kilómetros, buscando una mayor eficiencia y menor contaminación del espacio[12].
Los satélites emplearán enlaces ópticos entre sí y antenas de haz en fase digitales en las bandas Ku y Ka, según los documentos presentados por SpaceX ante la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC) de los Estados Unidos[13].
El sistema utilizará un protocolo peer-to-peer que se dice es «más simple que IPv6», aunque todavía no se han publicado detalles[14].
Otra dificultad que deberán enfrentar es el de la latencia:
“El tráfico de Internet a través de un satélite geoestacionario tiene una latencia teórica mínima de al menos 477ms desde el usuario al satélite, pero, en la práctica, esta latencia es de 600ms o más.
Los satélites de Starlink orbitarían entre 1/30 y 1/105 de la distancia de las órbitas geoestacionarias y, por lo tanto, ofrecerían latencias más prácticas de entre 7 y 30ms, comparables o inferiores a las redes de cable o fibra existentes” JON BRODKIN Artículo en ARS Technica [15]
El desafío de lograr costos competitivos
Respecto de los costos de los satélites, la estrategia sería generar economía a escala mediante la producción en masa, a un costo por unidad de capacidad mucho menor que los satélites existentes.
«Vamos a tratar de hacer para los satélites lo que hemos hecho para los cohetes. Para revolucionar el espacio, tenemos que encargarnos tanto de los satélites como de los cohetes, la producción de Satélites más pequeños, son cruciales para reducir el costo de Internet y las comunicaciones basadas en el espacio». Elon Musk Ceo de Space X [16]
Si bien la disminución de los costos de fabricación y posicionamiento es parte esencial para una estrategia de masificación, no son suficientes para lograr tarifas realmente accesibles. En un ejercicio de análisis prospectivo basado en especulaciones y en antecedentes históricos de otras compañías, es probable suponer que los esquemas financieros tanto de SpaceX como los de “OneWeb” imitarán modelos como los desarrollados por “Netflix”; es decir, monumentales inversiones cargados a capitales de inversión bursátil, con estimaciones de retorno de la inversión de muy largo plazo y apalancamiento en rápidos flujos de caja que disfracen las pérdidas operacionales, acompañado de deudas con permanente refinanciaciones, hasta alcanzar volúmenes que permitan viabilizar los modelos económicos. Es decir, un modelo de especulación financiera de largo plazo.
Por su parte Google muy seguramente cargará los costos a planes de inversión corporativos, soportando pérdidas con otras unidades de negocio, tal y como lo hizo en su momento con YouTube.
En términos simples, es muy poco probable que las tres compañías estén esperando retornos en el corto plazo y la apuesta de todas ellas será la masificación del servicio, el flujo de caja, la especulación financiera hasta que el modelo alcance un punto de equilibro, lo cual probablemente no ocurrirá en la primera década.
¿Amenaza para las compañías tradicionales de Telecomunicaciones?
Por ahora los números no cierran para el negocio de la banda ancha satelital y los enfoques diferenciales están encaminados a dar cobertura en zonas donde aún no llega Internet. Las compañías de telecomunicaciones tradicionales deberían estar alertas, pues a diferencia del pasado, quienes están detrás de estos proyectos son emprendedores acostumbrados a sacar proyectos de alta complejidad. Ya sea en el caso de la aviación en donde Richard Branson revolucionó el mercado con las Low Cost con Virgin y ahora apuesta al negocio del Internet Satelital con “OneWeb”, o en caso del mismo Google que ha demostrado ser una compañía que mediante la innovación es capaz de sacar adelante aún los más osados e “imposibles” proyectos.
Tal vez el aspecto en el que mayor cuidado deben poner las compañías de telecomunicaciones tradicionales es el de la portabilidad global de Internet, pues resultará muy atractivo para los ejecutivos de negocios, aviadores y en general todo tipo de viajeros, contar con un internet realmente portable y móvil, lo que podría terminar amenazando los ingresos y proyecciones de crecimiento de otros modelos de negocio como el del 5G, el 4G y el mismo negocio de la fibra óptica.
En Conclusión si bien por ahora el Internet Satelital de banda ancha masivo parece más un relato de ciencia ficción que una posibilidad real de materializarse, detrás de este proyecto se encuentran osados emprendedores dispuestos a jugársela toda por este modelo: Google, SapceX y OneWeb, cuyos equipos se encuentran trabajando día y noche en el desarrollo de nuevas tecnologías, buscando economías de escala, disminuyendo costos, conquistando capitales de inversión y apostándole de forma decidida a este negocio.
Muy seguramente antes de 2030 será una realidad posible y accesible un Internet Satelital económico y de alta velocidad, por lo que las compañías de telecomunicaciones tradicionales deberán estar preparadas, al tiempo que el usuario será el mas beneficiado y en este caso por primera vez, se favorecerán aquellos que viven en zonas en donde antes era imposible pensar que pudiera llegar un Internet accesible y de alta velocidad.
Pingback: La promesa incierta del Internet Satelital Masivo y de Alta Velocidad | Proceso Digital