La Sutil infiltración del gobierno chino en X

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En un mundo donde los medios sociales se han convertido en el escenario predilecto para la diplomacia y la guerra de información, un informe publicado por Mit Technology Review, revela la presencia encubierta de China en Twitter hoy X.

Esta vez, el gigante asiático apunta hacia América Latina, utilizando cuentas que, bajo una fachada de inocuidad, podrían estar moldeando sutilmente la percepción pública.

¿Estamos presenciando una nueva estrategia de diplomacia digital?

Por: Gabriel E. Levy B.

www.galevy.com

 

Una investigación, liderada por Sandra Quincoses de Nisos en el MIT, destapa una red de cuentas de Twitter, hoy X, que, aunque aparentan ser simples difusores de cultura y noticias sobre China, esconden posibles vínculos con el gobierno chino.

Estas cuentas, centradas en Paraguay, Chile y Costa Rica, parecen estar asociadas a periódicos chinos basados en estos países, todos filiales de South America Overseas Chinese Press Network.

Su contenido, mayormente apolítico, abarca desde noticias culturales hasta adorables videos de pandas, pero lo preocupante radica en su falta de transparencia respecto a las fuentes de sus noticias, muchas veces vinculadas a China News Service (CNS), una de las principales publicaciones estatales de China[1].

El Telón de Fondo

Esta estrategia no es nueva. Desde la década de 1990, el Departamento de Trabajo del Frente Unido del Partido Comunista Chino ha venido fortaleciendo lazos con medios dirigidos a comunidades chinas en el extranjero. CNS, bajo el paraguas de este departamento, ha colaborado estrechamente con estos medios, llegando incluso a organizar conferencias y visitas a China. En la era digital, la relación se ha intensificado:

Sinoing, filial de la CNS, ha creado numerosas webs de noticias y aplicaciones para medios de la diáspora china, incluyendo la South America Overseas Chinese Press Network.

Un Juego de Sombras

Estas cuentas de X, aunque poco exitosas en términos de seguidores y engagement, representan una táctica más matizada y potencialmente peligrosa.

En contraste con las campañas de propaganda más directas y menos efectivas de otros actores estatales, la estrategia china se caracteriza por su sutileza y paciencia, jugando a largo plazo.

A pesar de su escaso éxito, su capacidad para permanecer bajo el radar, evitando etiquetas de Twitter que identifiquen su financiamiento estatal, indica una intención deliberada de ocultar sus verdaderos propósitos.

Casos Globales de Influencia Encubierta

No solo en América Latina, sino en otras plataformas y regiones, la influencia china se hace sentir. Xinhua News Service y CGTN, otras entidades mediáticas estatales, han establecido su presencia en plataformas emergentes como Mastodon y Threads.

Este fenómeno global plantea un desafío para empresas como Meta, que busca etiquetar los medios afiliados a gobiernos, pero que podría tener dificultades para identificar y contener estas operaciones encubiertas.

China no es el único – Rusia en la Red: Estrategias de Influencia Digital

El enfoque de Rusia en la guerra de información digital difiere notablemente del modus operandi chino, manifestándose a través de tácticas más audaces y directas.

Bajo la batuta de Vladimir Putin, el Kremlin ha perfeccionado el arte de la desinformación y la influencia política en las redes sociales occidentales, una estrategia que ha evolucionado desde la anexión de Crimea en 2014.

A diferencia de la sutileza china, Rusia no teme ensuciar sus manos en el terreno digital. Los esfuerzos rusos se han centrado en la creación de redes de cuentas falsas y bots en plataformas como Twitter y Facebook, destinadas a fomentar la discordia política, polarizar debates y difundir narrativas favorables a los intereses de Moscú.

Un ejemplo claro es la intervención en las elecciones presidenciales de Estados Unidos en 2016, donde agentes rusos, identificados por investigadores como parte de la Agencia de Investigación de Internet, se infiltraron en las redes sociales para sembrar desinformación y contenido polarizante. Según expertos como Thomas Rid de Johns Hopkins University, estas tácticas buscan menos cambiar opiniones y más intensificar las existentes, aprovechando las divisiones sociales y políticas preexistentes.

Además, el uso de plataformas como RT y Sputnik, que, aunque son medios de comunicación abiertamente rusos, han demostrado ser herramientas efectivas para moldear la opinión pública internacional con una mezcla de noticias legítimas y contenido sesgado o directamente falso.

Una estrategia más sutil

El gobierno chino, siguiendo los pasos de Rusia en la influencia del debate público occidental, ejecuta una estrategia más sutil y de largo plazo.

A diferencia de la confrontación directa y la desinformación evidente empleadas por Rusia, China opta por una infiltración gradual y casi imperceptible en las redes sociales y medios de comunicación.

Su objetivo no es solo intervenir en el debate actual, sino también moldear sutilmente la percepción y la opinión pública a favor de sus intereses geopolíticos y culturales.

Esta táctica requiere una vigilancia y respuesta igualmente sofisticada para preservar la integridad del discurso público, algo en lo que un pueblo milenario como el chino, es experto en lograr.

Medios Sociales: El Nuevo Campo de Batalla Electoral

Los medios sociales como TIK TIK, Instagram, Facebook o X, se han transformado en verdaderos campos de batalla donde se definen las elecciones modernas, siendo plataformas clave para la desinformación y la manipulación de electores. Esta realidad ha modificado profundamente el terreno político, donde la verdad y la ficción a menudo se entrelazan indistinguiblemente. Casos emblemáticos como la elección presidencial de Estados Unidos en 2016 y el referéndum del Brexit en el Reino Unido ilustran cómo la información distorsionada puede influir significativamente en los resultados electorales. En ambos eventos, se reveló la presencia de campañas coordinadas en redes sociales, destinadas a influir en la opinión pública mediante la propagación de noticias falsas y teorías conspirativas.

Grandes potencias, como Rusia y China, han perfeccionado estas tácticas de influencia digital. Mientras Rusia se enfoca en la propagación de desinformación y la exacerbación de divisiones sociales, como evidenciaron las investigaciones en torno a la interferencia en las elecciones de EE. UU., China opta por una estrategia más encubierta y a largo plazo, centrándose en la construcción de una imagen positiva y la promoción sutil de sus intereses geopolíticos. Este nuevo escenario digital exige una mayor conciencia y educación mediática entre los electores, así como una respuesta más robusta y coordinada por parte de las plataformas de redes sociales y los organismos reguladores para preservar la integridad de los procesos democráticos.

TIK TOK la principal trinchera

China, consciente del dominio occidental en el ámbito de los medios sociales liderado por gigantes como Meta y Google, ha encontrado en TikTok su arma estratégica para equilibrar la balanza de poder en el control de los medios sociales.

TikTok, propiedad de la compañía china ByteDance, se ha convertido en una sensación global, atrayendo a millones de usuarios jóvenes con su formato innovador y altamente adictivo de contenido breve y entretenido.

Esta plataforma no solo representa un éxito comercial, sino también un potencial vehículo para la diplomacia cultural y la influencia de China.

A través de TikTok, China tiene la oportunidad de difundir su cultura, valores y perspectivas a una audiencia global, ofreciendo así un contrapunto a la narrativa occidental predominante en plataformas como Facebook, Instagram y YouTube.

Además, la popularidad y el alcance global de TikTok brindan a China un canal sin precedentes para la recopilación de datos y la inteligencia artificial, fortaleciendo su posición en el campo de la tecnología y la información.

En conclusión, Los medios sociales se han convertido en un escenario crucial para la guerra de información, con potencias como Rusia y China empleando tácticas de desinformación y manipulación para influir en la política global.

Estos métodos, que oscilan entre la audacia rusa y la sutileza china, plantean desafíos significativos a la integridad de los procesos democráticos, requiriendo una respuesta concertada para proteger la veracidad y la democracia en la era digital.

[1] Mit Technology Review, https://www.technologyreview.es/s/15564/las-estrategias-de-la-propaganda-china-para-ocultarse-en-twitter

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