Mientras en ciudades como Estocolmo, Seúl o Tokio es posible navegar a más de 900 mbps en las redes móviles de 5G, en ciudades como Bogotá, La Paz, Asunción o San Salvador la red móvil más rápida disponible es la 4G LTE, alcanzando velocidades de máximo 50mbps, como consecuencia de un muy lento despliegue en la infraestructura de las redes de Quinta Generación.
¿Por qué Latinoamérica se encuentra tan rezagada del resto del mundo en conectividad móvil?
Por: Gabriel E. Levy B.
www.andinalink.com – www.galevy.com
El término 5G se refiere a la quinta generación de tecnologías inalámbricas y móviles, un conjunto de protocolos, dispositivos y estándares que constituyen un tipo de red móvil mucho más veloz, estable y con menos latencia que cualquier otro tipo de conexión inalámbrica conocida hasta ahora, la cual potencia el crecimiento del Internet de las Cosas Iot.
Con una velocidad promedio de al menos un (1) gigabyte por segundo, la redes 5G están elevando en los países desarrollados el crecimiento de la conectividad omnipresente y de baja latencia, impulsando el Internet de las Cosas IOT, haciendo parecer obsoleto cualquier tipo de cableado, permitiendo que prácticamente todos los dispositivos de uso cotidiano terminen conectados a la red, al tiempo que los esquemas de acceso a Internet podrían llegar a evolucionar a un solo tipo de conexión por usuario.
Pero si bien el 5G es la mejor y más confiable red móvil conocida hasta ahora, su despliegue es colosalmente complejo de materializar, pues opera mediante torres urbanas que deben estar ubicadas en prácticamente cada esquina de las grandes ciudades, dependiendo de cables de fibra óptica que le suministren el Internet y la Interconexión de alta velocidad que necesita para funcionar.
La Expansión en Latinoamérica
Mientras las principales ciudades europeas y del pacífico asiático han desplegado prácticamente en su totalidad las redes 5G[1], los países de Latinoamérica aún se encuentran en etapa de implementación.
Un estudio realizado por The Competitive Intelligence Unit en 18 países de Latinoamérica, encontró que solo 50% de las principales urbes, cuenta con cobertura y disponibilidad comercial de servicios móviles 5G.
Brasil, Chile, México, Puerto Rico, Uruguay, República Dominicana se encuentran en etapa de transición a esta generación tecnológica, aunque entre ellos existen notables asimetrías, siendo Brasil y México los países que lideran el proceso.
En Chile desde finales de 2021 se inició el servicio por parte de todos los operadores móviles: Movistar, Entel y WOM, circunstancia que lo consolidó como la primera nación en la región en desplegar la red de quinta generación a nivel nacional, aunque con una cobertura muy limitada.
La compañía Entel ha reportado un avance de 40% en la fase de despliegue 5G y 200,000 usuarios acceden actualmente a estas redes, se proyecta que esta cifra se duplique durante 2022 ya que aproximadamente 400,000 suscriptores cuentan con dispositivos con estas capacidades de conectividad[2].
En Uruguay la compañía Antel lanzó la primera red comercial 5G en América Latina en 2019, en la zona de la Barra de Maldonado, sin embargo, el crecimiento en otras zonas del país no es uniforme ni de alcance nacional.
En el Caribe se destacan los despliegues realizados en Puerto Rico y República Dominicana, países que pese a tratarse a mercados pequeños, se encuentran en un acelerado proceso de adopción de redes y equipos 5G.
En México, el despliegue de los servicios móviles ha alcanzado 40 ciudades de acuerdo con América Móvil y se estima se llegue a 100 para finales de este año. Mientras que AT&T ha anunciado que su oferta comercial tiene cobertura en distintos puntos de la Ciudad de México, Guadalajara y Monterrey, mientras avanza en el despliegue en otras ciudades del país que serán anunciadas en 2022.
Por su parte, Brasil destaca como el país con mayor cantidad de torres activas de la región en 5G.
Los países más rezagados
En el caso de Argentina, Guatemala y Perú, si bien cuentan con servicios comerciales 5G, la cobertura está puntualmente en zonas focalizadas de Buenos Aires, Rosario, Mar del Plata, Lima la capital peruana y la Ciudad de Guatemala.
En Centroamérica ni Costa Rica, ni El Salvador, ni Honduras, ni Nicaragua, ni Panamá, cuentan con cobertura ni servicios comerciales 5G.
En Colombia existen zonas con tecnología 5G activas, pero continúan siendo pruebas piloto de conectividad y aún no se lanza la cobertura comercial de manera masiva. Actualmente, Claro Colombia se encuentra realizando pruebas en Bogotá, Medellín, Barrancabermeja y Cali, caso similar al de Ecuador en el que recientemente se ejecutaron pruebas de conectividad 5G en Guayaquil.
Por otro lado, países sudamericanos con menores ingresos como Bolivia y Paraguay estiman implementar la tecnología de redes 5G hasta 2024 ante el rezago en 4G y déficit en infraestructura de banda ancha fija.
Un problema de Costos, Infraestructura, Mercado y Espectro
Si bien es imposible identificar una única causa del rezago existente en Latinoamérica, algunos factores claves podrían ayudar a entender esta asimetría, siendo el costo por supuesto la principal razón, pues el despliegue tecnológico que demanda este tipo de red según estimaciones de Huawei, se calcula en hasta siete veces mayor que el de una red LTE (4G), lo que lleva al segundo gran problema, semejante cantidad de infraestructura demanda una gran logística en todas las ciudades, algo que con la planeación de los países desarrollados es fácil de lograr en corto tiempo, pero que sin embargo en Latinoamérica representa un desafío colosal.
En tercer lugar los mercados y las economías latinoamericanas son mucho más pequeñas y menos atractivas para las grandes compañías de tecnología, lo cual sumado a la incertidumbre jurídica que se desprende de los cambios políticos, dificultando la entrada de capitales o inversiones que financien estos despliegues.
Por último, el lento proceso de implementación de la TDT y del apagado de las redes de televisión analógica en toda la región, limita la cantidad de espectro disponible para el uso de redes 5G.
Una tecnología para las grandes Urbes que no amenaza los pequeños ISP
Si bien el 5G es una tecnología que en las grandes Urbes podría terminar desplazando a los operadores tradicionales de telecomunicaciones, por la velocidad y estabilidad que ofrece el servicio, es importante destacar que por costos, al menos en Latinoamérica durante esta década, no habrá despliegue de 5G en zonas rurales, puesto que los modelos financieros solo son viables para zonas de alta densidad demográfica, razón por la cual, en esta región los pequeños ISP seguirán siendo líderes en prover soluciones reales de conectividad a las comunidades más apartadas en los territorios profundos.
En Conclusión, existe un evidente rezago en Latinoamérica para el despliegue de las redes 5G, lo cual impactará no solo en los mercados de las telecomunicaciones, sino que afectará los planes y proyectos gubernamentales para la disminución de la brecha digital, al tiempo que le tomará mucho más tiempo a la región adoptar tecnologías derivadas del Internet de las Cosas IoT y la denominada Cuarta Revolución Industrial.