Foto: Toa Heftiba en unsplash.com

El poder de los “lazos débiles” en las redes sociales

Compartir
Foto: Toa Heftiba en unsplash.com
Foto: Toa Heftiba en unsplash.com

Un experimento realizado por académicos del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), en el que se procesaron datos de al menos 20 millones de personas a través de medios sociales especializados como LinkedIn, retomó una teoría del siglo pasado al respecto del valor de tener conexiones con personas poco conocidas a la hora de obtener oportunidades profesionales.

 

¿Qué son los “lazos débiles” y cómo pueden ayudar a las personas a conseguir empleo?

Por Gabriel Levy
www.galevy.com

 

Lanzada el 5 de mayo de 2003 en internet, LinkedIn es una plataforma de medio social diseñada para la creación y el fortalecimiento de redes profesionales. Su servicio principal, y el más utilizado, es la oferta de empleos por parte de organizaciones y la búsqueda de los mismos por parte de los usuarios. Se calcula que actualmente LinkedIn tiene más de 830 millones de miembros registrados de más de 200 países y territorios[1].

Algunos de los investigadores que estudian los denominados medios sociales como Facebook, Twitter, Instagram o LinkedIn, entre otras muchas opciones disponibles, catalogan las conexiones que realizan las personas en dos grandes grupos: conexiones “fuertes”, que hacen referencia a los círculos más cercanos, y conexiones “débiles”, para referirse a las personas con las que se tiene un nivel de interacción y cercanía mucho menor.

Partiendo de esta clasificación, un experimento único a gran escala, codirigido por un académico del MIT, puso recientemente en evidencia que es más probable que los denominados “lazos débiles” o “conexiones débiles” ayuden a las personas a conseguir un empleo que los “lazos fuertes” o “conexiones fuertes”.

La investigación, que fue publicada en Science con el título “Una prueba causal de la fuerza de los lazos débiles”, fue desarrollada por Karthik Rajkumar, científico social computacional de LinkedIn; Guillaume Saint-Jacques, PhD, gerente senior de Apple y quien anteriormente trabajó como científico investigador y gerente en LinkedIn; Iavor Bojinov, profesor asistente en la Escuela de Negocios de Harvard y excientífico de datos en LinkedIn; Erik Brynjolfsson, profesor de Jerry Yang y Akiko Yamazaki, miembro principal del Instituto Stanford para la IA centrada en el ser humano y director del Laboratorio de Economía Digital de Stanford, y Aral, profesor de administración de la cátedra David Austin en la Sloan School of Management del MIT y director de la iniciativa sobre la economía digital de la misma institución[2].

“Cuando observamos los datos experimentales, los lazos débiles son mejores en promedio para la movilidad laboral que los lazos fuertes”, dice Sinan Aral, profesor de Administración en el MIT y coautor del nuevo artículo que detalla los resultados del estudio, que involucró a millones de usuarios de LinkedIn[3].

Una teoría con más de 50 años

Aunque el experimento realizado por los investigadores del MIT es muy novedoso en múltiples aspectos, especialmente desde lo metodológico, en realidad lo que hizo fue confirmar una teoría que tiene más de 50 años, la cual sugiere que los lazos débiles tienen un valor que los lazos fuertes no tienen; es decir, que las personas que mejor conoce una persona, pueden tener redes sociales que se parecen mucho a las suyas y, por lo tanto, es posible que no agreguen mucho valor nuevo para buscar trabajo o nuevas oportunidades profesionales, mientras los conocidos más casuales, poseen redes sociales que se superponen menos con las del usuarios y pueden proporcionar conexiones o información a la que, de otro modo, no se tendría acceso[4].

Un artículo muy influyente de 1973 del sociólogo de Stanford Mark Granovetter, denominado “La fuerza de los lazos débiles”, de The American Journal of Sociology, identificó los lazos débiles como una fuente clave de “difusión de influencia e información, oportunidad de movilidad y organización comunitaria”.

Las ideas de Granovetter fueron ampliamente difundidas en la academia y en Silicon Valley, especialmente con el crecimiento de las redes sociales en línea, pero han sido difíciles de probar.

“Por ejemplo, con respecto a la búsqueda de empleo, puede ser difícil desligar el impacto de la red social de alguien de sus habilidades para establecer contactos”. Los académicos también señalan en el documento que también “es un desafío encontrar conjuntos de datos sólidos que vinculen las redes sociales y las búsquedas de empleo en primer lugar” [5].

El estudio actual, liderado por investigadores interdisciplinarios, aborda el tema de una manera única, a través de un experimento de más de cinco años, que involucra el algoritmo de LinkedIn denominado “personas que quizás conozcas” (PYMK, por sus siglas en inglés), el cual sugiere nuevas conexiones a los usuarios del sitio. Para realizar el experimento, desde 2015 hasta 2019, LinkedIn ajustó el algoritmo PYMK de modo que algunos usuarios del sitio vieron una mayor concentración de sugerencias PYMK con quienes tenían vínculos fuertes, y otros recibieron más sugerencias PYMK de personas con quienes tenían vínculos débiles.

Los académicos también definieron la fuerza del lazo de dos maneras: por intensidad de interacción, en función de la cantidad de interacciones de mensajes que tenían las personas y, en términos estructurales, en función de la cantidad de amigos mutuos que dos usuarios tenían en común.

En total, el experimento involucró a cerca de 20 millones de usuarios de LinkedIn, quienes durante los cinco años terminaron creando alrededor de 2 000 millones de nuevas conexiones en el sitio, registraron más de 70 millones de solicitudes de empleo y terminaron aceptando 600 000 nuevos trabajos identificados a través del medio social.

“Este es, con mucho, el mayor experimento longitudinal, controlado, aleatorio, sobre la fuerza de los lazos débiles jamás realizado”, dice Aral. “No creo que haya ningún debate real sobre eso[6]”.

De esa masa de datos surgió un patrón claro. Como escriben los investigadores en el artículo:

“Cuanto más fuertes eran los lazos recién agregados, menos probable era que condujeran a una transmisión de trabajo[7]“.

La paradoja de los “lazos débiles”

En los últimos años, a medida que los medios sociales se fueron posicionando y a su vez las redes de las personas crecieron de forma significativa, algunos académicos en diversas latitudes han sugerido que existe una “paradoja de los lazos débiles”, en la que los lazos fuertes en realidad son más útiles en el mercado laboral, algo que con este nuevo experimento ha quedado desvirtuado, al demostrar que los denominados “lazos débiles” son más útiles, especialmente cuando se trata de empresas del sector digital y de tecnología.

“Nuestro experimento proporciona evidencia en la dirección opuesta a la ‘paradoja de los lazos débiles’”, dice Aral[8].

La forma de U invertida

El hecho de que los lazos débiles generaran más oportunidades laborales, es solo uno de los múltiples hallazgos relacionados en el estudio. Los académicos también encontraron que la conexión entre la fuerza del lazo estructural y la transmisión del trabajo no existe en una forma inversa simple.

“La fuerza de los lazos débiles no es lineal”, dice Aral.

Al trazar la relación entre la fuerza del lazo estructural (la cantidad de conexiones que tiene en común con alguien) y la utilidad de dicha conexión, los académicos descubrieron que esas dos propiedades tienen una forma de U invertida. La barra de conexión entre los dos lados de la “U” es donde están los lazos moderadamente débiles, que representan las conexiones de mayor rendimiento que las personas tienen en LinkedIn”.

“Los lazos moderadamente débiles son los mejores”, dice Aral. “No el más débil, pero un poco más fuerte que el más débil”. El punto de inflexión es alrededor de 10 conexiones mutuas entre personas; si comparte más que eso con alguien en LinkedIn, la utilidad de su conexión con la otra persona, en términos de búsqueda de empleo, disminuye.

Sin embargo, cuando se trata de la intensidad de la interacción (con qué frecuencia te comunicas con alguien), los resultados parecen un poco más lineales. En este caso, lo que emerge es más cercano a la idea de que los lazos más débiles producen la mayor cantidad de resultados, y los lazos más fuertes producen la menor transmisión de trabajo.

“Estas dos medidas se comportan de manera diferente”, dice Aral. “Es importante pensar en los lazos débiles de esta manera multifacética, con intensidad de interacción y puentes estructurales”.

Finalmente, la utilidad de los lazos débiles varía según la industria en LinkedIn. El poder de los lazos débiles en el sitio es especialmente fuerte en las industrias de alta tecnología.

“Los lazos débiles son mejores en industrias más digitales”, dice Aral, definiéndolos como campos que son “más adecuados para el aprendizaje automático, la inteligencia artificial, más intensivos en software, más adecuados para el trabajo remoto, etc. En esas industrias los lazos débiles son aún más importantes. En las industrias analógicas, los lazos más fuertes pueden ser más importantes”.

Esto podría deberse a lo que Aral ha llamado en investigaciones anteriores la “frecuencia de actualización” de las industrias digitales, un factor que hace que sea muy importante tener una amplia gama de conexiones, especialmente vínculos débiles. Aun así, Aral señala: “Fomentamos más investigación, porque necesitamos saber más acerca de por qué esta variación parece existir en todas las industrias”.

En conclusión, aunque tendemos a creer que las personas más cercanas podrían eventualmente ser las más útiles al momento de conseguir empleo o mejorar nuestras oportunidades profesionales, un estudio interdisciplinario promovido por el MIT, demostró que los denominados “lazos débiles”, al contrario de la creencia popular, son los más útiles para crecer en el terreno profesional, especialmente si las competencias están en el campo digital.

 

[1] Ver sitio oficial de LinkedIn en https://about.linkedin.com/es-es?lr=1
[2] Rajkumar, K.; Saint-Jacques, G.; Bojinov, I.; Brynjolfsson, E., y Aral, S. (11 sep 2022). A causal test of the strength of weak ties. En Science, 377(6612): 13041310. Disponible en https://www.science.org/doi/10.1126/science.abl4476
[3] Dizikes, P. (15 sep 2022). The power of weak ties in gaining new employment. En MIT News. Disponible en https://news.mit.edu/2022/weak-ties-linkedin-employment-0915
[4] Rajkuman, K. op. Cit.
[5] Dizikes, P. op. Cit.
[6] Dizikes, P. op. Cit.
[7] Dizikes, P. op. Cit.
[8] Dizikes, P. op. Cit.

Deja un comentario

Facebook
Facebook
YouTube
YouTube
Instagram
Scroll al inicio
Abrir chat
1
Escanea el código
Hola 👋
¿En qué podemos ayudarte? Contáctanos y te atenderemos directamente