Hace 30 años comenzaba una de las mayores revoluciones tecnológicas, empresariales e incluso culturales del mundo: el surgimiento de un sistema operativo cuya premisa fue revelarse contra el mercado y monopolio de las patentes, promoviendo por primera vez el uso de inteligencia colectiva para la construcción de un software de código abierto, que gracias al esfuerzo de miles de personas, transformó para siempre la industria de la informática global.
¿De qué manera Linux transformó la industria informática?
Por: Gabriel E. Levy B. – Sergio A. Urquijo M.
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La idea de una forma de producción de software que se basara en la colaboración abierta y no en el secreto, comenzó en los 80 con iniciativas como GNU, impulsada por personas como Richard Stallman, creador del movimiento software libre.
La idea era más bien herética en ese momento del desarrollo de la industria informática, cuyas compañías crecían al son de la propiedad intelectual, el secreto industrial y las patentes. Para la mayoría de las personas en el sector, un desarrollo libre y abierto era simplemente inviable, pues no tendría un modelo de negocios que lo hiciera sobrevivir.
Al parecer esas voces ignoraban que la solidaridad es un móvil de las empresas humanas tan poderoso como la competencia. Además, el gremio de los programadores y desarrolladores abunda en personalidades singulares, algunas altruistas, otras muy anarquistas y también la mezcla de ambos. El coctel necesario para que surjan ideas radicales.
La bienaventurada herejía del software libre
El GNU es un sistema operativo de software libre, es decir, respeta la libertad de los usuarios.
El sistema operativo GNU consiste en paquetes de programas publicados específicamente por el proyecto mediante código libre publicado por terceras partes.
El Software libre significa que los usuarios tienen la libertad de ejecutar, copiar, distribuir, estudiar, modificar y mejorar el software sin restricciones legales.
“Considero que la regla de oro requiere que, si un programa me gusta, debo compartirlo con otra gente que también le guste. Mi conciencia no me permite firmar un acuerdo de confidencialidad o una licencia de software[1]”
Richard Stallman
¿Qué hace a Linux tan revolucionario?
Linux fue el primer sistema operativo libre y abierto. Un sistema operativo es el conjunto de software y aplicaciones articuladas y coordinadas que permite el control y manejo de una computadora. Conocemos algunos muy extendidos como el DOS o Windows, desarrollado por la empresa Microsoft, y la serie OS, de Apple, desarrollados en la década de los 80´s, aunque desde el inicio de la computación personal han existido muchos, la mayoría de los cuales ya salieron del mercado o fueron absorbidos por otros sistemas.
En 1991 despegaba en el mundo el mercado de las computadoras personales y las oficinas comenzaban a considerar esencial tener estos equipos, cada vez más pequeños, baratos y fáciles de usar. También se iba requiriendo software y sistemas operativos para soportar la creciente demanda informática de empresas, entidades estatales y proyectos.
IBM, Microsoft, Apple y otras llevaban la batuta. Decenas de empresas de software competían por desarrollar los programas que hicieran más fuertes y usables a dichos equipos, y casi siempre seguían la idea industrial de preservar los derechos sobre cada desarrollo, usando propiedad intelectual, derechos de autor, secreto empresarial y patentes.
El estudiante de informática Linus Thorvalds, finlandés de 22 años, no pensaba igual y concebía la idea de un desarrollo de un sistema operativo completo que le permitiera trabajar en su computador 385 y que solucionara las limitaciones del sistema operativo libre Minux. Al no tener un interés empresarial, su meta era creativa, y sabía que contaba con el conocimiento y la curiosidad de sus colegas.
Así fue como en 1991 publicó un mensaje en lo que en aquel momento era una especie de foro (internet como lo conocemos hoy no existía, y se dependía de plataformas profesionales muy limitadas para el intercambio de información por protocolo FTP). Simplemente invitaba a sus colegas a pensar juntos en un sistema operativo y una base de programación en lenguaje C acorde con las necesidades de los usuarios.
El inicio del triunfo de Linux no fue ese correo, sino la respuesta entusiasta de los foristas. Decenas de programadores y desarrolladores comenzaron a mandar primero ideas de estructura y funcionalidad, y luego líneas de código completas, ya probadas en un compilador también libre llama GNU, que mencionamos antes.
Y así, poco a poco comenzó a crecer no solo el sistema operativo, sino también el desarrollo de software para correr sobre ese sistema, generando un nuevo mundo de computación alternativa, libre y cooperativa que poco a poco permearía incluso la parte más mainstream y comercial del sector.
De lo subterráneo a la cumbre.
Dada la mencionada incapacidad de Linux para conquistar el mercado de los computadores personales, ante el público general el sistema seguía siendo una de esas aventuras de programadores idealistas. Pero en la base misma de la industria estaba ocurriendo un cambio enorme.
Lo primero fue la aceptación. Desde el inicio hubo bastante resistencia al proyecto tanto desde el mismo gremio, en donde se consideraba una idea sin futuro, como desde el mercado, donde se le veía como una amenaza.
Tres factores en la industria y el público ayudaron a afianzar el nuevo sistema. Primero, que Linux nunca pudo conquistar el mercado de los computadores personales, lo que hizo que dejara de ser una amenaza para los generadores de software licenciado. Posiblemente la principal causa fue que para garantizar la versatilidad (es decir, que cada persona o empresa pudiera adaptarlo y usarlo según sus necesidades) el sistema requería más competencias de parte de los usuarios que los comerciales Windows – OS.
El segundo factor fue la popularización de internet, con lo que muchas personas fuera del sector de los programadores y desarrolladores pudieron conocer y familiarizarse con el nuevo sistema operativo y conocer sus ventajas.
Tercero, y según varios analistas, el más definitivo, fue la aparición de distribuciones, es decir, empaquetamientos del sistema y de software afín que pueden ser conseguidos e instalados por los usuarios no expertos. Con esto, Linux pudo impactar por fin el gran mercado, si bien no de los computadores personales, sí el de los sistemas organizacionales, que al final fueron los que lo propulsaron a convertirse en una de las bases informáticas del mundo moderno.
Linux en la base del mundo digital
Es asombroso el alcance y tamaño que tiene hoy Linux. Pasó de ser un experimento disidente a ser la representación de la seguridad, versatilidad y solidez de un sistema operativo y sus derivaciones.
Por ello Linux es el sistema en la base de toda la operación de gigantes como Facebook y Google. Además, es el favorito para los sistemas de entidades gubernamentales e internacionales, tanto porque evita los grandes costos de las licencias como porque puede ser adaptado a las necesidades particulares.
“Linux cumple 30 años plenamente consolidado. Uno de los escasos ejemplos en donde un producto libre y gratuito, se impone a las versiones comerciales y licenciadas[2]”.
Algunos opinan que Linux sigue necesitando llegar a los computadores personales de manera masiva para poder establecerse, pero considerando su fuerza en las bases del comercio, el gobierno y el entretenimiento, no es exagerado decir que es un sistema operativo consolidado, prestigioso y, sobre todo, que mantiene vigoroso el sueño del software libre y todas sus implicaciones.
En Conclusión, hace 30 años el sueño de un filántropo de la informática, no solo logró el imposible de consolidar el software de código abierto, sino que cambió para siempre la informática tal y como la conocemos. Linux es uno de los desarrollos más importantes de la sociedad de la información, una de las más grandes creaciones colectivas y abiertas de la humanidad. Un triunfo del bien común sobre los intereses particulares, del sueño de una sociedad más colaborativa y menos competitiva. Por eso y por muchas más cosas, Linux merece una gran celebración de cumpleaños. Felices 30 años Linux y que vengan muchos más.